En los últimos seis años, 1.162 ecuatorianos han sido víctimas de secuestros extorsivos, según las denuncias registradas en la Fiscalía hasta julio pasado. Otros 31 casos figuran como tentativas de este delito, que entre los dos suman 1.193 de estos episodios que suelen ser traumáticos para los raptados por la violencia psicológica y, a veces física, que ejercen para exigir el rescate.