Pequeños focos de llamas y la presencia de humo aún eran visibles en una de las dos casas atacadas durante la madrugada de este miércoles en uno de los cerros del sector San Francisco, zona situada frente al complejo carcelario de la vía a Daule.
Como producto de estos eventos armados, los pocos pobladores de la zona se mantenían en zozobra.
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Durante la madrugada de este miércoles, alrededor de una docena de sujetos armados incursionó por una vía de segundo orden para llegar hasta la cima de la elevación.
En esa zona, donde prevalecen tramos de tierra y piedras, hay viviendas de construcción mixta, sembríos y además espacios para animales, como pollos y burros.
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En una primera vivienda de madera y cemento, los delincuentes ingresaron para atacar a cuatro integrantes de una familia. En medio de ello, una joven logró huir y avanzar por al menos dos kilómetros para dar aviso a la Policía.
Uniformados se desplazaron al sitio. Ahí, ellos corroboraron que la vivienda había sido quemada y aparentemente se había producido una explosión.
Un adulto mayor, de 85 años, murió por impactos de bala y quedó incinerado dentro del inmueble. Además una mujer, de 45, y su hijo, de 18, quedaron heridos con múltiples impactos de bala. Ellos pudieron ser llevados a casas de salud para que reciban atención médica.
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Los antisociales también se dieron tiempo para ingresar a otras tres viviendas.
En un segundo inmueble, situado a un kilómetro del primer punto, asesinaron a una mujer, de 25 años, y además se llevaron algunos artículos. Otras personas que habitaban ese sitio lograron escapar del atentado.
Según las primeras diligencias policiales y por versiones de habitantes, estos ataques podrían estar relacionados con la búsqueda de miembros de una banda para tomar posesión de esa zona que está situada frente al complejo penitenciario de Guayaquil.
En días pasados, según habitantes, sujetos que serían de una banda de delincuencia organizada los habrían amenazado y advertido que deben abandonar el cerro; si no, los atacarían.
“Quieren posesionarse de todo”, expuso una habitante de la zona, quien evitó identificarse por el temor que prevalece entre ellos.
Por ahora, la Policía realiza indagaciones por este caso. Esta mañana, familiares de las víctimas llegaron a buscar a sus allegados y constatar los daños.
A su vez, este mediodía, ciudadanos retiraban electrodomésticos y enseres de una vivienda de madera para retirarse del sitio.
“Tengo otras cosas que hacer en otro lado”, dijo un hombre que evitó identificarse mientras se retiraba de la zona.
En la primera vivienda afectada quedaban aún los restos materiales y algunos animales permanecía en las inmediaciones.
Un perro, por ejemplo, se quedó debajo de escombros esperando el regreso de sus cuidadores. Algunos espacios evidenciaban presencia de pequeños focos de llamas. (I)