Como una pesadilla. Ese fue el calificativo que un comerciante dio a la explosión registrada en las calles Ayacucho y Eloy Alfaro, sector de la Bahía, centro de Guayaquil.

En medio de cubículos y locales que comercializan, sobre todo artículos para celulares, la noche de este martes, 3 de junio, se colocó un explosivo que afectó al menos a seis negocios.

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La fuerza con la que detonó el artefacto destruyó puertas, techos y vitrales de los comercios.

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Los escombros quedaron en el pasillo e incluso pedazos colgaban del techo.

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Un vendedor, que tiene su local cerca del sitio, expuso que se enteró del hecho pasadas las 23:00. El hombre lleva más de quince años como comerciante, empezó como informal hasta que logró reunir los recursos para ubicarse en uno de los cubículos que están en la calle Ayacucho.

Tras la alerta se acercó hasta la zona y observó las afectaciones en los locales de sus compañeros. “Las explosiones siguen llegando a la Bahía y cada vez son más agresivas. Este es un lugar de comercio, de movimiento y en el que ya no solo basta la presencia de la Policía”, mencionó.

Otros comerciantes dijeron que, si bien se observa a ciertos uniformados patrullar, es insuficiente.

Esto se sabe de la explosión en la Bahía de Guayaquil ocurrida la noche del martes, 3 de junio

Por ello, piden que las Fuerzas Armadas ingresen a controlar todos los cuadrantes de la Bahía y se ejecuten acciones contundentes. “Si la Policía ya no abastece, pues queremos que las Fuerzas Armadas, los militares, entren a la Bahía. Queremos trabajar tranquilos, queremos irnos a dormir sabiendo que dejamos todo bien y vamos a amanecer sin novedad”, manifestó.

La Policía indicó que se mantiene la línea de investigación y se espera en las próximas horas comunicar los resultados.

Según Miguel Ángel Loachamín, del distrito 9 de Octubre, los comerciantes habrían recibido mensajes alertando, supuestamente, de la detonación.

“Nosotros hacemos un llamado para que se trabaje en cohesión con la Policía Nacional y así brindar mejores resultados. Si nos hubiésemos alertado de esa información, me atrevo a decir que no hubiese pasado esto”, señaló el uniformado, quien añadió que este es un hecho inusual.

Esto fue rechazado por una vendedora, quien declaró que constantemente se notifica a la Policía de amenazas y robos que se registran en el sector.

Según la dirigente de una asociación de la Bahía, los antisociales que han llegado a extorsionar a los comerciantes han pedido $ 3.000 como una especie de entrada y $ 200 semanales.

“Trabajaríamos para pagar a los ‘vacunadores’, esto no puede ser posible. Nos estamos asfixiando y no tenemos ayuda”, expresó otra comerciante.

A ella, a finales de mayo, le dejaron un panfleto en su local. En este solicitaban $ 1.000 de entrada y $ 45 diarios.

“Aquí le piden plata según esté ‘vestido’ el local”, comentó.

En el sitio en el que se registró la detonación trabajan aproximadamente 500 comerciantes de cinco asociaciones.

En la zona conocida como la Huayna Capac y Divino Niño indicaron que existen amenazas de futuros atentados si no se entregan las cantidades solicitadas. “En mis 30 años de comerciante jamás pensé vivir algo que me quite el sueño. Nos quitan el pan y lo que hemos hecho con esfuerzo”, añadió un vendedor. (I)