Pedro Ramírez, de 39 años, se preparaba para viajar con su hijo hasta la isla Mondragón, ubicada en el golfo de Guayaquil, cuando fue secuestrado y asesinado en un confuso incidente que la Policía investiga.

La familia contó que él y su hijo de 12 años estaban en la orilla del estero Salado por el lado del Guasmo norte, la mañana del último miércoles 5 de mayo. Ahí, Ramírez compraba en un negocio ubicado a pocos metros de la orilla mientras su hijo lo esperaba en una lancha, cuando tres hombres se subieron a la embarcación para aparentemente robársela.

En ese instante, el hombre, que se dedicaba a cuidar un predio en la isla Mondragón, se lanzó a la lancha en busca de su hijo mayor y ahí se enfrentó a los tres supuestos asaltantes.

Publicidad

El menor contó que uno de ellos arrancó la lancha y que su papá le gritó que se lanzara al agua. Ante ello, el menor lo hizo y uno de los sujetos disparó hacia el agua.

El hijo de Pedro logró nadar hasta la orilla y pidió ayuda. Tras la alerta de la familia, la Policía empezó una búsqueda por aire y mar para tratar de encontrar la embarcación.

Luego de varias horas, la lancha fue localizada en la isla Santay y tras buscar en la vegetación, se halló a dos de los tres sospechosos, en posesión de dinero y el teléfono celular de Ramírez.

Publicidad

Ellos narraron que lanzaron a Ramírez al agua a unos 50 metros de donde estaba la embarcación. Los sujetos fueron trasladados inmediatamente en helicóptero hasta Guayaquil.

Sin embargo, la familia del pescador continuó con la búsqueda y finalmente lo hallaron a las 17:00 de ese día. Él había logrado nadar hasta la orilla y fue hallado en la vegetación, ya sin signos vitales.

Publicidad

Ramírez recibió un tiro en la zona abdominal y tenía una herida en la cabeza, indicó uno de sus hermanos.

La familia de Ramírez pide que el niño de 12 años sea ingresado al Programa de Protección a Víctimas y Testigos, pues reconoció a los detenidos. También aclaró que el ahora occiso no tenía cuentas con la justicia ni enemigos. Él era cangrejero y vendía el producto a los locales de Sauces 6.

Ramírez fue sepultado este viernes en el cementerio del suburbio de Guayaquil.

El hombre deja cuatro niños en la orfandad. (I)

Publicidad