Roberto P. recibió la sentencia de nueve años de cárcel al ser hallado como autor directo del delito de abuso sexual en contra de su ahijada. El sujeto habría cometido este ilícito desde que la niña tenía 7 hasta que cumplió 10 años. El hecho se dio en el norte de Quito.

Durante tres años habría soportado los abusos de su padrino de bautizo. En el testimonio rendido por la niña señaló que el abusador actuaba cuando ella se quedaba sola en casa, pues sus padres salían a trabajar.

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Según el informe de una perita especialista, la niña ha tenido secuelas a raíz del abuso sexual del que fue víctima en reiteradas ocasiones. La especialista también fue llamada para testificar en el caso.

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Además, un médico legista que fue llamado a comparecer dijo que la niña, durante la entrevista mantenida, contó que el padrino le tocaba las partes íntimas mientras sus padres salían.

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Un funcionario de la institución educativa a la que asistía la niña habría escuchado el mismo relato de la menor de edad. Él sería quien alertó al padre de la niña sobre lo sucedido y se tomaron acciones legales.

Según el Tribunal que resolvió el caso, Fiscalía demostró la responsabilidad del agresor y le impuso la pena de prisión. Además, el procesado deberá pagar $ 5.000 por reparación integral a favor de la víctima.

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El artículo 170, incisos primero y segundo, del Código Orgánico Integral Penal (COIP) fue la base por la que fue sentenciado Roberto P., en el que se establece la sanción cuando se comete el delito en contra de una menor de 14 años y que dejó secuelas psicológicas. (I)