“Señor, señora, no sea indiferente; nos desaparecen en la cara de la gente”, gritaba un grupo de mujeres afuera de la Unidad de Flagrancia de la Fiscalía, en el centro norte de Quito, para protestar por la desaparición de María Belén Bernal, quien fue vista por última vez el 11 de septiembre en la Escuela Superior de Policía, en el extremo norte de la capital.