La justicia ecuatoriana sigue un proceso por la fuga de Rolando Federico Gómez Quinde, alias Fede, cabecilla de Los Águilas.

Este delincuente fugó el viernes de la Penitenciaría del Litoral, en las afueras de Guayaquil. El Gobierno señaló que Fede se escapó con complicidad.

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Por este caso están siendo procesados diecinueve miembros de las Fuerzas Armadas, dos funcionarios del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), además de un privado de libertad.

Un juez dictó prisión preventiva para los implicados y ellos fueron trasladados al Centro de Detención Provisional.

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La Fiscalía formuló cargos en contra de los hoy procesados por el delito de evasión o fuga tipificado en el artículo 274, inciso 2, del Código Orgánico Integral Penal (COIP).

Este artículo se refiere a que quienes sean hallados culpables por evasión o fuga podrían recibir una pena de 3 a 5 años de prisión.

El juez de este caso dispuso que la instrucción fiscal sea de 90 días, tiempo en el que las defensas deberán presentar las pruebas de descargo que les asisten.

Un grupo de familiares de los militares aprehendidos protestó este domingo en los exteriores de la Penitenciaría.

Ellos dijeron que no eran delincuentes y que algunos ya estaban de salida en medio de este hecho.

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“La misma patria para la que ellos trabajan y defienden a diario les está dando la espalda en este momento”, dijo un familiar de un militar detenido.

Los familiares pidieron que se haga justicia y que el Ejército pueda ayudar a los uniformados en la defensa.

El Gobierno anunció la noche del domingo una recompensa para quien proporcione información verídica que pueda conducir a la captura de alias Fede.

Pero la recompensa no solo será para quien proporcione datos, sino que se ofrecerá la misma cantidad de dinero a los miembros de la Policía o Fuerzas Armadas que logren capturar o dar de baja a este fugitivo.

John Reimberg, ministro del Interior, explicó que esta recompensa se dará al tratarse de un objetivo militar en el marco del cumplimiento de su deber.

“A los delincuentes les decimos: se les acabó el tiempo. No hay escondite, no hay refugio, no hay tregua”, aseveró Reimberg, quien dio un mensaje conjunto con el ministro de Defensa. (I)