Portoviejo
“Venimos por ti”, esa fue la sentencia que un sicario le dijo a José Palma Romero, de 34 años, quien recibió varios disparos mientras caminaba junto a su esposa, que fue testigo del ataque que sufriera su cónyuge, y quien apenas atinó a lanzarse a unos matorrales para evitar ser alcanzada por las balas.
El hecho sucedió la tarde del viernes, 18 de marzo, en la parroquia Picoazá de Portoviejo, cuando Palma caminaba junto a Erika Palma, y con quien se dirigía a la vivienda de un vecino con la intención de ayudarle con un problema en el sistema sanitario, algo que no pudo concretar.
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Erika indicó que cuando caminaba dos hombres en una motocicleta color negro se acercaron hasta donde ellos transitaban y uno de ellos le dijo que iban por él. La conviviente indicó que José Carlos lo único que atinó a responder fue “Oe, aguanta, aguanta, aguanta”.
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“Solo escuché como ocho disparos, ya dos de ellos fueron en la cabeza, yo lo único que hice fue lanzarme al monte y ya no pude defenderlo.
José Palma, padre del fallecido, señaló que su hijo recién tenía un mes de haber obtenido la prelibertad de la cárcel de El Rodeo, de Portoviejo, y que incluso este viernes fue a firmar un acta a dicho centro carcelario, una de las medidas que le fue indicada al ahora occiso para obtener la libertad condicional.
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Tras escucharse los disparos los vecinos de la parroquia Picoazá acudieron al lugar donde se produjo el crimen, pero no pudieron ayudar debido a que Palma ya no presentaba signos vitales.
Rodny Chávez, jefe de la Subzona 13 de policía de Manabí, señaló que a Palma le dispararon varias ocasiones en el cuerpo, principalmente, en la cabeza con un arma calibre 9 milímetros.
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El jefe policial señaló que Palma tenía varios antecedentes por tráfico de drogas y que tras el atentado se realizó un control en todo Portoviejo para dar con los responsables del asesinato. (I)
