En una pequeña farmacia en las calles 43 y la 0, en el Batallón del Suburbio de Guayaquil, personal de la Agencia de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) y de la Policía Nacional hallaron cartones de fármacos de hospitales del Ministerio de Salud Pública y otra medicina que estaba caducada y la seguían comercializando.