Cuenca
La inseguridad que vive Cuenca se combate de diferentes maneras. La primordial y más visible hasta ahora es la organización barrial con marchas, plantones y hasta azotes a los presuntos delincuentes.
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La otra es la implementación de tecnología en las parroquias rurales, que ya cuentan con sus propias salas de videovigilancia.
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Cuenca tiene 21 parroquias rurales y, de estas, tres ya cuentan con su propio sistema de monitoreo. En los edificios de estas juntas se destinó un cuarto para la instalación de un pequeño pero importante método de seguridad. Las dos que iniciaron esto fueron Tarqui y El Valle; la más reciente fue Baños.
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En este último poblado, ubicado en el sur de Cuenca, el proyecto se inauguró días atrás, y en esta primera etapa consta de siete cámaras localizadas en sectores estratégicos de Misicata, Caballo Campana, Baños Centro, parque La Cuadra, La Escalinata, escuela Alfonso Carrión y la subida a Nero. Según explicó su presidente, Luis Guamán, funcionará las 24 horas del día, siete días a la semana.
Apenas se visualice algún vehículo o persona extraña, desde aquí se alertará en primer lugar a los vecinos del barrio que están conectados a través de un grupo de WhatsApp, para que tengan una primera reacción, y enseguida a la central del Consejo de Seguridad Ciudadana, para que este envíe a los organismos de socorro, sean estos Bomberos, Cruz Roja o Policía.
El proyecto de Baños no solo se queda en las cámaras, sino que también incluye patrullajes diarios con vehículos de una empresa privada que les provee internet, otro del sindicato de choferes y uno más del Gobierno parroquial, los cuales estarán entre las 22:00 hasta las 06:00 del día siguiente.
Con todo esto, Luis Guamán aseguró que su objetivo es darles un mensaje a los antisociales de que, “si entran, tal vez no salgan”.
El pionero en instalar su propia sala de vigilancia fue Tarqui, en el año 2019. Su presidente, Galo Shagüi, contó que les ha sido bastante útil y que han rehabilitado espacios públicos, verificado accidentes de tránsito, disminuido el microtráfico de drogas y hasta han apoyado a la Fiscalía en la investigación de delitos al entregarle las imágenes. Pero lo más importante es haber recuperado la confianza de los vecinos.
Eloy Sigüenza es un morador de Baños Centro que, al ver que el sitio ya cuenta con un sistema de monitoreo local, dijo sentirse un poco más tranquilo, porque en los últimos meses se han notado más robos en zonas con poca iluminación o alejadas, y anhela que la situación vuelva a ser como antes.
Sobre estas iniciativas, el director del Consejo de Seguridad Ciudadana municipal (CSC), Froilán Salinas, detalló que implementar estos equipos no es nada complicado, sino que depende únicamente de la voluntad de las autoridades.
Aquí se aplica una metodología denominada “espejo”, que incorpora las alarmas comunitarias instaladas en el 94 % de los barrios de Cuenca y la central de emergencias del CSC, que cuenta con 300 cámaras en todo el cantón.
En cuanto a la realidad delictiva de Cuenca, Salinas contó que esta es “impresionantemente fuerte”, siendo el delito que más ha crecido en el último año el de las extorsiones o ‘vacunas’, con un 75 %, y las estafas.
Pero también en sus estadísticas se han reducido en un 20 % los robos a casas, lo que desde su perspectiva tiene una vinculación directa con la organización barrial y la colocación de tecnología. (I)