La historia de Bertha Revelo Erazo se asemeja al guión de una película dramática. Hace 13 años tuvo un accidente de tránsito en el que, además de perder su memoria, la declararon legalmente muerta. Se esfumaron así sus derechos como ciudadana.

Pero pasado algún tiempo, ella recuperó su memoria y empezó una vida de exclusiones, de pesadillas y de una batalla legal para demostrar que no estaba muerta y así poder recuperar su identidad como ecuatoriana.

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Su historia

Transcurría el año 2006, cuando Bertha se embarcó a un viaje en la Cooperativa Baños, su destino era Coca-Orellana. Durante el trayecto el bus perdió el carril, se desvió y cayó al abismo de 200 metros. Aquel siniestro dejó como resultado a varias personas heridas y fallecidas.

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Bertha no murió, deambulaba en las vías sin tener noción de lo que pasaba a su alrededor. En la carretera una familia manabita al verla desorientada la acogió en su hogar. Pero esta no notificó a la Policía por el temor de ser denunciada por el delito de secuestro. La familia de Bertha no sabía nada de ella.

Pasaba el tiempo y para Bertha le era muy difícil ejercer sus derechos de tener servicios básicos, atención médica, entre otros que necesitaba para poder sustentarse ya que en la sentencia judicial se la declaraba como persona fallecida. En aquel periodo fue complicado para ella buscar trabajo porque le pedían su cédula de identidad.

Con el transcurso del tiempo, Bertha comenzó a recuperar la memoria y recordó lo que realmente pasó.

Mientras tanto, su hijo la seguía buscado desesperadamente. En mayo del 2016, 10 años después del accidente, finalmente se reencontró con su hijo en Quito, fue un momento lleno de dicha para Bertha, pues recuperaba su familia, sin embargo, aún no podía recuperar sus derechos y su identidad.

En el año 2018, preocupada por lo que estaba pasando, fue a la Defensoría Pública, expuso su situación y pidió ayuda. Entonces, junto al defensor público de Napo, Christian Rodríguez, iniciaron una batalla legal y lograron que la oficina técnica del Registro Civil, mediante cotejo dactilar, certifique que Bertha Revelo Erazo se encontraba viva.

Para recuperar la identidad tuvieron que presentar siete acciones legales desde septiembre del 2016 hasta febrero del 2020, cuando finalmente Bertha recuperó su ciudadanía ecuatoriana.

“Lo más importante es que ya estoy viva y ya puedo hacer las cosas que debo hacer” señaló la mujer.

Rodríguez, comentó que este fue un caso inédito para él, ya que aseguró no existían antecedentes de este procedimiento en el Código Orgánico de General del proceso ni en la Ley de Gestión de la Identidad y Datos Civiles.

En febrero de 2020, la Unidad Judicial de Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia, con sede en Tena, aceptó la demanda planteada por la Defensoría Pública y declaró la nulidad de la sentencia de muerte presunta de Bertha.

Hace dos años una joven guayaquileña también recuperó su ciudadanía tras una batalla legal de 4 años. (I)