Hace pocos minutos, Verónica Artola, gerente general del Banco Central del Ecuador (BCE), ofreció una rueda de prensa para informar la situación laboral del candidato correísta por la Unión por la Esperanza (UNES), Andrés Arauz, en esa institución los últimos años.

En declaraciones a través de una reunión con los medios de comunicación por la plataforma Zoom, Artola señaló que Arauz era servidor de carrera desde octubre del 2007, que el BCE concede licencias con y sin remuneración por estudios para sus funcionarios desde el 2017, que Arauz solicitó esta licencia sin remuneración por estudios en el 2017 y por el lapso de cuatro años.

Posteriormente, Arauz fue desvinculado de la institución, en mayo del 2020, por el proceso de compra de renuncias obligatorias, en el marco de la política pública de austeridad y amparados en el Decreto Ejecutivo 813, expedido en julio del 2011, que incorporó “la figura de compra de renuncia obligatoria con indemnización para procesos de reestructuración, optimización o racionalización”.

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El BCE aplicó esta figura legal en 21 ocasiones, una de esas fue la desvinculación en mayo del 2020.

En su cuenta de Twitter, el candidato Arauz manifestó que, en 2006, ganó un concurso como funcionario de carrera del BCE. “En 2017 me fui, con licencia sin sueldo, a estudiar el doctorado en México. Y en 2020, como a miles de otros servidores públicos, mientras estudiaba, los banqueros pidieron que me despidan”, expresó.

La funcionaria no informó los montos cancelados a Arauz por su salida de la institución.

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Arauz dijo este viernes, desde Ambato, que en el 2006 ganó un concurso de méritos y oposición de un programa especial que tenía por esa época el Banco Central y que se llamaba Jóvenes Profesionales, que eso le permitió tener estabilidad laboral.

Advirtió que gracias a la Losca (Ley Orgánica de Servicio Civil y Carrera Administrativa) y a la Losep (Ley Orgánica de Servicio Público) le permitieron servir al país desde otros espacios, como en el Ministerio de Política Económica, Secretaría de Planificación (antes Senplades); que, además, cuando fue ministro fue con las modalidades de licencia y comisión de servicios, respectivamente; y que, evidentemente, en el 2017, como es su derecho, solicitó su licencia con el fin de poder cursar sus estudios en materias vinculadas a la banca central, a la política de sistemas de pagos, que era su responsabilidad en el Banco, pero que mientras los realizaba fue despedido de forma unilateral, sin consulta previa.

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Aclaró que no vendió su renuncia, que lo que hizo el Banco Central fue indemnizarlo por el despido del caso, ante lo cual presentó la queja respectiva, que fue desechada de forma administrativa; que él no quería que lo despidieran, porque quería preservar su estabilidad laboral como la mayoría de ecuatorianos.

Con relación a los $ 27.000 que habría recibido por haber sido despedido del Banco Central, manifestó que él ha trabajado en el Estado desde el 2006 y que de acuerdo con la ley eso fue lo que le correspondió. “Yo no la definí, yo no la solicité, fue el Banco Central que me despidió, fue el Banco Central quien hizo el cálculo, fue el Banco Central quien me pagó luego de que planteé la queja respectiva”.

Señaló que no es que trabajó con este Gobierno, sino que tenía una carrera en el servicio público, que lo hizo en el Banco Central, en el Ministerio de Política Económica, en la Secretaría de Planificación, luego como ministro de Conocimiento; que no son permisos sino responsabilidades dentro de la propia estructura del Estado ecuatoriano, y que no se le ha sacado ni un solo centavo más de lo que determina la ley.

Cree que lo despidieron porque en mayo del año anterior dio declaraciones públicas acusando a un sector de la banca de fugar capitales, de sacar dólares de la economía nacional y atentando en contra de la dolarización. (I)

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