La vicepresidenta de la República y embajadora, Verónica Abad Rojas, asegura que «jamás» pidió ser trasladada a Turquía por su seguridad y pide explicaciones a la Cancillería ecuatoriana de las comunicaciones mantenidas con ese país para evitar que haga pronunciamientos sobre Ecuador y el conflicto entre Israel y Palestina.

En medio del sumario administrativo que abrió el Ministerio del Trabajo en contra de la vicepresidenta Verónica Abad, esta última dirigió un oficio a la ministra de Relaciones Exteriores, Gabriela Sommerfeld Rosero, y al viceministro Jaime Barberis Martínez, en el que pide información sobre seis asuntos y relata varios hechos de su traslado a un tercer país.

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Abad asumió como embajadora por la paz de Ecuador en Israel por encargo del presidente de la República, Daniel Noboa Azín, quien ante la escalada de hostilidades entre Israel y Palestina la envió, temporalmente y por su seguridad, a Ankara (Turquía) a través del Decreto Ejecutivo 353 del 8 de agosto de 2024.

Ella viajó a la República de Türkiye el 9 de septiembre de 2024 y con ello, la cartera de Trabajo le inició un sumario administrativo por el presunto incumplimiento de una disposición emitida por la Cancillería para que llegue a ese país antes del 1 de septiembre y no el 9.

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El sumario está sustanciándose y Abad prepara su respuesta.

No obstante, solicitó al Ministerio de Relaciones Exteriores que le aclare los procedimientos para su traslado; desmintió haber sido ella quien pidió ser sacada de Israel; y, además, requirió las comunicaciones con las autoridades de Turquía y las condiciones que debe cumplir para ejercer su función en su territorio.

En el documento, emitido este 17 de septiembre, la autoridad cita el extracto de una aparente comunicación producida el 13 de agosto entre los gobiernos de Ecuador y Turquía, en el que se lee que «no había ningún problema en que la señora vicepresidenta pueda trasladarse a Türkiye. Sin embargo, enfatizó que era muy importante para el Gobierno turco que, durante su permanencia en este país, la señora vicepresidenta se abstuviera de formular declaraciones respecto del conflicto palestino-israelí y temas conexos; así como sobre la política interna del Ecuador».

La segunda mandataria asegura que no pidió ser llevada a Ankara y que, al contrario, esa medida implicó la separación de sus dos hijos que volvieron a Ecuador debido a la falta de recursos.

«Jamás solicité traslado alguno a un tercer país para precautelar mi seguridad, si bien es cierto, he mantenido informada a la Cancillería de la realidad que se vive en Israel y frente a una posible necesidad de evacuación, he insistido que se actualice el plan de contingencia y se agiliten las gestiones a fin de que con base en la concurrencia que tenemos, se considere a Chipre como una ruta segura de evacuación, insistencias que no han recibido la contestación que el caso requiere, sino por el contrario se recurre a trasladarme a Türkiye, SOLA y sin el resto del personal de la misión diplomática que me colabora en Israel, cuando el decreto ejecutivo, dispone precautelar la seguridad del personal antes mencionado, lo cual me lleva a pensar si existe discriminación hacia el resto del personal de la misión o la discriminación es hacia mi persona» (sic), señala la misiva de Abad, que fue enviada con copia a la Contraloría General del Estado.

La autoridad preguntó cuál es la misión especial que la enviaron a cumplir y quién califica el traslado de ella y su familia, pues para esto se estaría aplicando la Ley Orgánica del Servicio Exterior (LOSE), que contempla particularidades que deben cumplirse antes de declarar a un diplomático en una misión especial o transitoria.

Cuestiona que la cobertura de los pasajes aéreos -con base en los artículos de la LOSE aplicada a ella- se extiende para la beneficiaria y su cónyuge, pero se dejó de lado a sus hijos dependientes.

Esto incumpliría, afirma, el artículo 1 del decreto ejecutivo presidencial, que dispone su traslado y el de «su familia» y, entre otros detalles, como que se la «envió a una misión especial que es injustificada».

«(…) Me han orillado a tener que privar a mis hijos, el uno menor de edad y el otro bajo mi dependencia, del cuidado y de mantener relaciones afectivas permanentes, personales y regulares, pues he tomado la decisión de que retornen al Ecuador considerando que los recursos económicos que me serán asignados no permitirían mantenerlos a mi lado como es mi deseo», se describe.

La segunda mandataria recalca que el Ministerio del Trabajo le aclaró en diciembre de 2023 que mientras se desempeñe como embajadora, su régimen laboral se acoge al de la Ley del Servicio Exterior, la que da un plazo de 30 días, luego de recibir la orden de rotación o traslado, para viajar a la sede de su nuevo cargo por la vía más directa, sin detenerse en el tránsito más del tiempo necesario, salvo autorización u orden expresa del ministerio.

En esa línea, Abad relata que fue notificada con la orden del traslado de parte de la Cancillería, el 9 de agosto, por lo que se encontraba dentro de los 30 días que da la ley para ir hacia Ankara el 9 de septiembre.

Busca que se le entreguen las motivaciones para la aplicación del artículo 150 de la LOSE para su traslado y quién calificó el viaje a Turquía en misión especial.

Quiere además las comunicaciones en las que ella habría sugerido, como lo comunicó el Gobierno nacional, que «se la traslade a una sede diferente a la de Embajada de Ecuador en Israel, por haberse comprometido» su seguridad.

Así también, los reportes con las condiciones impuestas para la estadía en territorio turco, «con la explicación del alcance de estas, a efectos de poder desarrollar mis funciones sin contravenir lo dispuesto por el Estado receptor».

Luego que Abad arribó a territorio turco, el 10 de septiembre de 2024, la Cancillería precisó que fue la vicepresidenta y embajadora la que solicitó su traslado temporal. (I)