En un comunicado de prensa emitido la tarde del pasado 29 de septiembre, ONU Derechos Humanos en América del Sur instó a iniciar un “diálogo urgente” en Ecuador tras los hechos de violencia ocurridos en el marco de recientes protestas sociales convocadas por movimientos indígenas y otros sectores en el país.
ONU Derechos Humanos lamentó la muerte del comunero Efraín Fuerez, de la nacionalidad indígena kichwa, ocurrida el 28 de septiembre en Cotacachi (Imbabura).
“El Estado debe investigar las responsabilidades por esta muerte de forma exhaustiva y transparente, garantizando el acceso a la justicia para su familia y comunidad”, aseguró el representante de ONU Derechos Humanos en América del Sur, Jan Jarab.
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También solicitó investigar los reportes de varias personas heridas en este contexto, incluidos doce militares.
La entidad recordó que el Estado es “responsable de las acciones y omisiones de sus fuerzas del orden y tiene la obligación de investigar de manera eficaz, imparcial y oportuna un posible uso ilícito de la fuerza u otras violaciones de derechos humanos por agentes del orden en el contexto de reuniones”.
“Las fuerzas militares no son entrenadas para enfrentar situaciones de conflictividad social o seguridad pública. Su actual despliegue en este tipo de tareas representa un riesgo real de violaciones de derechos humanos”, advirtió Jan Jarab.
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“Instamos al Gobierno ecuatoriano y a las organizaciones sociales e indígenas a iniciar un diálogo urgente, a fin de evitar una escalada de la conflictividad y encontrar soluciones”, añadió el delegado.
El representante expresó la disposición de dicha agencia de Naciones Unidas para cooperar con todos los actores en el marco de su mandato global de promoción y protección de los derechos humanos.
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Las manifestaciones empezaron en pasado 23 de septiembre en rechazo al incremento del precio del diésel y otras medidas económicas del régimen del presidente Daniel Noboa. (I)
