Pese a los intentos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas por impedir el avance de los manifestantes en el sur de Quito, varios grupos lograron llegar la tarde de este domingo, 12 de octubre, al parque El Arbolito, en el centro-norte de la capital, donde se concentran desde pasadas las 12:30.
Edwin Bedoya, presidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), cuestionó el fuerte despliegue policial y militar en Quito durante la jornada de protestas de este domingo.
“Como decía (Nelson) Mandela, cuando los militares están en las calles es porque un Gobierno está de salida”, afirmó. Criticó que miles de uniformados hayan sido destinados a controlar una movilización pacífica, en lugar de combatir la delincuencia.
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Según relató, la marcha apenas avanzó una cuadra desde la Villaflora antes de ser dispersada con bombas lacrimógenas, lo que obligó a los manifestantes a movilizarse por distintas calles hasta llegar al parque El Arbolito.
El dirigente sindical señaló que no existía impedimento legal para permanecer en el espacio público, pese a los cercos de seguridad y las restricciones impuestas.
“Nos dicen que es para precautelar nuestra seguridad, pero estamos en un espacio libre, sin decreto que lo prohíba”, expresó. Añadió que el FUT no había solicitado permiso para marchar, pues lo hacían sin interrumpir el tránsito, y acusó a la Policía y al Ejército de ser quienes realmente obstaculizaron la circulación con vallas, vehículos y hasta alambre de púas en varios accesos.
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Bedoya advirtió que las movilizaciones continuarán y que el reclamo social ha trascendido la eliminación del subsidio al diésel.
“Ya no es solo el alza del diésel; es el irrespeto a las libertades de expresión y reunión”, sostuvo.
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Denunció además casos de abusos contra dirigentes y manifestantes indígenas, y pidió la intervención de organismos internacionales, como la ONU y la OIT, para mediar un diálogo real con el Gobierno.
“Con este Gobierno no ha habido diálogo desde que asumió el poder. Lo que vivimos ahora es una tiranía que persigue a quienes piensan distinto”, concluyó.
Durante la mañana, cientos de personas de distintas organizaciones sociales intentaron iniciar una marcha desde el redondel de la Villaflora en rechazo a las medidas económicas del Gobierno de Daniel Noboa, en especial a la eliminación del subsidio al diésel. La movilización también se convocó con motivo de los 533 años de la llegada de europeos a América.
El recorrido tenía como destino El Arbolito, pero el avance fue impedido en varios puntos por uniformados, quienes dispersaron a los manifestantes con bombas lacrimógenas. Solo un grupo logró superar el cerco y continuar hacia el norte, mientras que el resto fue bloqueado en la avenida Napo, donde se registraron nuevos enfrentamientos y se paralizó el servicio de la Ecovía.
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En el trayecto, varios locales comerciales cerraron sus puertas ante los disturbios. Algunos propietarios denunciaron que manifestantes lanzaron restos de bombas lacrimógenas al interior de sus negocios, mientras otros vecinos expresaron su respaldo a la protesta y exigieron el fin de la represión policial.
“¡Fuera Noboa, fuera!” fue una de las consignas más escuchadas durante la jornada. Entre los convocantes se encuentran la Coordinadora de Organizaciones de los Pueblos Indígenas de Quito (COIQ) y el Colectivo Warmikuna, así como agrupaciones feministas, estudiantiles, laborales y barriales.
José Villavicencio, vicepresidente del Frente Unitario de Trabajadores (FUT), señaló que las movilizaciones buscan la restitución del subsidio al diésel, además de exigir respuestas frente a la inseguridad, la crisis sanitaria y la falta de atención en educación.
Desde la Policía Nacional, el jefe del distrito Eloy Alfaro, Pablo Lastra, justificó las intervenciones al señalar que la marcha no contaba con autorización, en cumplimiento del estado de excepción decretado por el presidente Noboa días atrás.
Con la llegada de los manifestantes al parque El Arbolito, las fuerzas del orden reforzaron su presencia en los alrededores de la Asamblea Nacional y en la avenida 6 de Diciembre.
Pasadas las 13:00, nuevos choques se registraron en el sector, mientras los uniformados desalojaban a los protestantes que intentaban permanecer en el lugar.
(I)