Nota del editor:
En un ejercicio de apertura democrática, EL UNIVERSO trasladó a los candidatos que encabezan las listas nacionales para el Parlamento algunas preguntas de ciudadanos consultados en las calles de Guayaquil. También contestaron otras inquietudes planteadas por nuestros equipos periodísticos sobre el trabajo que desarrollarán de llegar a la Asamblea Nacional.
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Jorge Sánchez Armijos fue diputado por la provincia de El Oro y es un dirigente histórico del partido Izquierda Democrático (ID), lista 12. Ahora encabeza la lista nacional a la Asamblea, con una agenda legislativa y de fiscalización enfocada en la seguridad y en el desarrollo económico y productivo.
La ciudadanía pregunta
David Segovia, comerciante: ¿Cómo bajar la tasa de desempleo en el país para mejorar la economía?
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David, las leyes no generan trabajo. Si no, revisemos las que enviaron Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa (...). El empleo en este país se va a crear cuando tengamos una institucionalidad consolidada, cuando tengamos independencia de las funciones, cuando tengamos una estabilidad política en el país para que la gente que tiene dinero pueda invertir. También seguridad jurídica, porque mientras usted esté cambiando los códigos tributarios cada mes o cada año, y las condiciones, la tramitología y las reglas de juego para los inversionistas, no habrá inversión.
Érick León, estudiante de Enfermería: ¿Qué harán en los temas de inseguridad, crisis energética y la falta de valores en el país?
Comienzo por la que plantea sobre la falta de valores. Hay que empezar por la Asamblea Nacional, el ‘camisetazo’ tiene que ser castigado. El Código de la Democracia tiene que ser totalmente cambiado. Los partidos políticos deben cumplir con su función y yo creo que ahí podemos partir de ahí para que pueda cimentarse una cultura diferente. Antes, el diputado que se cambiaba de camiseta no podía volver a la provincia, tenía que entrar con la cabeza tapada de la vergüenza (...). Yo creo que la Cívica debe ser reincorporada como materia indispensable en las escuelas. El tema también va por la justicia, porque este país está con un manto enorme de impunidad. Los delincuentes de cuello blanco tienen posibilidades de evadir la justicia, tienen el famoso habeas corpus (...). Eso hay que terminarlo.
La crisis eléctrica hay que enfrentarla con oportunidad, sabiendo que todos los años hay estiaje, uno más fuerte que el otro. Este ha sido similar al de hace 70 años. El Gobierno debe tener un parque termoeléctrico listo, operable. No lo que ocurre ahora que tenemos que alquilar unas barcazas, comprar energía a Colombia, todo esto nos cuesta un ojo de la cara. También hay que tener una visión de futuro en la generación de energías alternativas, como la eólica, la solar, la geotérmica...
Sobre la inseguridad, esto va de la mano con tener una buena Policía. Pedir cuentas de su desempeño al Ministerio del Interior es una función de la Asamblea. Es conocido que en las filas policiales también hay malos elementos y tienen que depurarse.
EL UNIVERSO pregunta
¿Cuál es la agenda que lleva ID a la Asamblea?
Un tema bien delicado es la fiscalización al Consejo de la Judicatura, qué es lo que ha pasado con su obligación de hacer una evaluación permanente a los jueces y fiscales. En los casos Metástasis, Purga, Plaga vimos que hubo unos 40 jueces metidos en la gran fiesta de la corrupción. La evaluación está contemplada en la Constitución de la República y no se ha cumplido.
Otro tema es la fiscalización de la ejecución presupuestaria. ¿Por qué no se está ejecutando el presupuesto? ¿Por qué no se invierte lo que está contemplado en salud, seguridad ciudadana, obra pública? ¿Qué significa eso? Menos escuelas, menos colegios, menos policías, menos médicos, menos enfermeras. (...) Pero vemos abultadas cifras en el monto de la Reserva Monetaria Internacional. En ese tema no solamente hay que fiscalizar, sino buscar un mecanismo jurídico, una ley que castigue la no ejecución presupuestaria.
Sobre la legislación, el país necesita ponerse de acuerdo en tres, cuatro, cinco puntos de una agenda nacional. Espero yo que el próximo presidente tenga el liderazgo para convocar a todas las fuerzas políticas y que estas acepten, por el bien del país. Pero si no hay eso, yo planteo algunos temas, como la autonomía de la Fiscalía General. Eso es una reforma constitucional que tiene que hacerse ya que el órgano de justicia encargado de investigar no puede estar atado al Consejo de la Judicatura; la Fiscalía debería, incluso, tener su propia Policía.
Cuando estuve en el Congreso impulsé un proyecto para crear el Instituto Nacional del Banano. El banano da empleo a dos millones de personas, es uno de los productos más importantes en la generación de divisas y realmente se necesita una institución que vele por este sector.
Los juicios políticos se han usado como herramientas de presión política, ¿qué vacíos podrían corregirse?
Yo parto de un ejemplo. Cuando fui diputado anuncié, propuse y ejecuté un juicio político contra el ahora fallecido ministro de Agricultura Sergio Seminario. Los juicios deben ser oportunos para que el Gobierno rectifique las políticas en todos los campos.
¿Cómo se pueden evitar las pugnas entre Ejecutivo y Legislativo?
Depende de que el presidente de la República ejerza su mandato ajustándose severamente a la Constitución y a las leyes. Que sea tolerante y que tenga una convicción democrática. Y que haya una Asamblea Nacional que responda al interés nacional, que no abuse de sus facultades, que fiscalice cuando tenga que fiscalizar, que legisle junto con el Ejecutivo, que es colegislador. Cuando el Congreso legisla por su cuenta y el Ejecutivo no está de acuerdo, no hay leyes. De tal manera que sí o sí tienen que ponerse de acuerdo para sacar adelante al Ecuador. Por eso es que se necesita un gran acuerdo nacional. No habrá posibilidades de gobernabilidad, de desarrollo económico, si seguimos entrampados en esta polarización.
¿Usted apoyaría la aplicación de la muerte cruzada del Legislativo hacia el Ejecutivo?
La muerte cruzada es una institución en la Constitución de la República. Es perfectamente viable, pero después de que se agoten todas las posibilidades de llegar a acuerdos mínimos. (I)