Cerca de las 20:00 del martes 12 de abril, el excontralor Pablo Celi abandonó la Cárcel 4, ubicada en el norte de Quito, para cumplir arresto domiciliario, como parte de las medidas sustitutivas a la prisión preventiva que el 11 de abril el Tribunal de Juicio del caso Las Torres le concedió tras haber cumplido 65 años. El Tribunal dispuso, además, que utilice grillete electrónico y tenga vigilancia policial permanente.

El abogado de Celi, Marcelo Ron, confirmó que el excontralor ya se encuentra en su vivienda. Indicó que la Policía dispuso que la vigilancia sea con contacto visual permanente, lo cual Ron calificó como “una barbaridad, fuera de lo común”, porque significa que el agente a cargo de esta tarea deberá estar observar a Celi “hasta cuando está durmiendo”.

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Ron aclaró que el proceso judicial va a seguir en las mismas condiciones, porque a Celi le interesa justificar su inocencia, “para limpiar su nombre”.

El excontralor es procesado junto con otras doce personas por el presunto delito de delincuencia organizada, en una trama que involucra a proveedores de Petroecuador. La Fiscalía lo acusa de supuestamente recibir sobornos a cambio de desvanecer millonarias glosas cuando estaba al frente de la Contraloría. (I)