El descontento social y la crisis económica que se vivían en la costa ecuatoriana motivaron, hace 129 años, al general Eloy Alfaro a liderar la revolución liberal, el 5 de junio de 1895, la que lo consolidó como símbolo de la lucha contra la corrupción y los gobiernos conservadores de Ecuador en aquella época.

Su imagen y sus ideales, que adoptaron el concepto de liberalismo, han servido por años como fuentes de inspiración para partidos y políticos. Sin embargo, actualmente expertos consideran que su imagen se ha ido dejando de lado en el plano político, luego de haber tenido un repunte cuando gobernó Rafael Correa y que también ha sido mal utilizada por ciertas organizaciones o figuras a lo largo de los años.

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La mayoría de políticos ecuatorianos lo han llegado a considerar “el mejor presidente que ha tenido el país” y su ideología liberal inspiró la creación de organizaciones como el Partido Liberal Nacional, el Partido Liberal Radical Ecuatoriano y el Frente Radical Alfarista (FRA), actualmente desaparecidos del registro de partidos del Consejo Nacional Electoral (CNE). De las 231 que están activas actualmente solo figura uno relacionado con el expresidente, el Movimiento Político Alfarista del cantón Montecristi en Manabí, con su nacimiento el 25 de junio de 1842.

Asimismo, el término “revolución” fue tomado por Correa para instaurar el concepto de que en su mandato el país vivía una “revolución ciudadana”, la que llegó a comparar, varias veces, con la gesta del 5 de junio.

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Con Correa en el poder los guiños a la memoria de Alfaro fueron constantes. Se construyó el Centro Cultural Ciudad Alfaro en Montecristi, donde se instaló la Asamblea Constituyente para redactar la Constitución que entró en vigencia en el 2008 y se rehabilitó la red ferroviaria del Ecuador. En ambos proyectos se destinaron millonarias inversiones.

Para Cecilia Calderón, exdiputada y dirigente del FRA, a lo largo de la historia la imagen de Eloy Alfaro y su revolución “han sido traicionadas muchas veces, aun por quienes lo invocan”. Destaca que en el primer periodo de Correa, Alfaro recibió el reconocimiento que merecía, aunque ya después fue perdiendo fuerza.

“Ha existido traición en lo relativo a la obra física, Alfaro quería unir la Sierra con la Costa con el tren, quería promover la producción y el desarrollo de todas las regiones y al tren lo mataron en el gobierno de Lenín Moreno y vemos una obra que ahora no sirve”, refiere.

Calderón recuerda que fue su padre, Abdón Calderón Muñoz, asesinado el 29 de noviembre de 1978 cuando era candidato presidencial, quien fundó el FRA y dice que lo hizo en estricto respeto a la ideología del Viejo Luchador y que hasta ahora se considera ‘alfarista’.

No obstante, sobre otros partidos que han usado los términos liberales o alfaristas para sus nombres manifiesta que sí pudo haber habido un uso equivocado de la imagen del expresidente.

“La figura de Alfaro, como tiene tanta transcendencia, en muchos momentos ha sido impulsada, en algunos casos con patriotismo y devoción y en otros, aprovechándose de ella. Por eso es importante discernir entre los que levantan a Alfaro como botín político o los que lo hacen como un precursor de un Estado moderno”, opina el historiador Germán Rodas, coordinador de la Comisión Nacional Anticorrupción.

Rodas dice que en el gobierno de Correa no solo se utilizó la imagen de Alfaro, sino que también la de muchos otros personajes de la historia ecuatoriana.

“Una cosa es reivindicar la trascendencia y trayectoria de hombres y mujeres ecuatorianos y otra usar su figura con fines mediáticos y reducidos y no para enarbolar una bandera en la que puede verse la población”, comenta.

Aunque Correa dejó el poder hace siete años, no ha dejado de lado su intención de mantener vigente a Alfaro. En 2023 presentó el Instituto para la Democracia Eloy Alfaro (IDEAL), con sede en México, del que es presidente honorario y que asegura fue concebido como un “centro de pensamiento dedicado a la generación de conocimiento e intercambio de prácticas exitosas de gobernanza para la capacitación y formación de nuevos liderazgos políticos en América Latina”.

“Revolución liberal de Eloy Alfaro quedó inconclusa”

En tanto, Calderón dice también que Alfaro sigue presente en el pensamiento del pueblo ecuatoriano y considera que su revolución quedó inconclusa, con objetivos que hasta la actualidad no se han logrado.

“En 1895 el pueblo de Guayaquil se levantó en armas contra un gobierno despótico que sumía en la esclavitud de la pobreza y las tinieblas de la ignorancia a la gente. Querían libertad, justicia, equidad, solidaridad. Hoy, aún anhelamos lo mismo: libertad”, subraya.

Por su parte, Rodas sostiene que la transcendencia del pensamiento de Alfaro y de su lucha política siempre van a ser fundamental en la vida del país.

“Eloy Alfaro es un nombre y una figura emblemática que el Estado debe recuperar permanentemente ya que fue un gran transformador y una pieza clave en la construcción del Estado”, apunta.

Alfaro, el Viejo Luchador, ha sido calificado por distintos historiadores como quien “puso las bases del Ecuador moderno” con la entrada en vigencia del laicismo en la educación, la visibilidad que dio a la mujer y otras reformas que reorganizaron y fortalecieron al Estado. (I)