El correísmo no quiere perder el control en la investigación sobre las vinculaciones políticas en la justicia y encarga el caso a la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional, donde tiene la presidencia y cuatro votos asegurados, frente a tres del Gobierno, uno del Partido Social Cristiano, un independiente, y quedan afuera la bancada Construye y el grupo de Pachakutik.