Pisos y alfombras cubiertos de polvo, deterioro de parte de las paredes y de los techos por filtraciones de agua, moderno mobiliario de oficina arrinconado, cables colgados, pantallas plasma sin utilidad y vegetación muerta es lo que se encuentra en el interior del edificio que fue sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que le costó al Estado ecuatoriano $ 43′598.223 y que lleva abandonado más de dos años.

Son 20.000 metros cuadrados de construcción de un edificio moderno e “inteligente” -compuesto de dos subsuelos, la planta baja y cuatro pisos, con sistemas de protección contra incendios, control de accesos y circuito cerrado de televisión, y climatización- que, en la actualidad, no tienen ninguna utilidad.

Ya ni los espejos de agua en los exteriores, que era una de las novedades arquitectónicas de esta infraestructura, cuya construcción concluyó en el 2014, existen. En su lugar hay espacios que en algunas partes presentan acumulación de agua que han provocado filtraciones al techo del subsuelo, donde funcionan los parqueaderos.

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QUITO (21-12-2021).- Los que serían los espejos de agua en los exteriores del edificio que fue para la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Pero las filtraciones no solo están ahí, también se encuentran en el tercer piso y en el cuarto piso del edificio, dañando algunos espacios en alfombras, pisos y paredes, pues parte del edificio tiene cubierta de claraboyas, que se expanden y contraen de acuerdo con la temperatura del ambiente.

Alfonso Espinosa, subsecretario de Memoria Social del Ministerio de Cultura, comenta que este es un “edificio caro”. Son alrededor de $ 600.000 al año que se presupuestan para mantenimiento, limpieza y seguridad.

$ 600.000 que fueron reducidos a cerca de $ 300.000 por el Ministerio de Cultura que, este año, recibió el edificio en comodato por parte de la Cancillería, en un intento fallido para que allí funcione el Museo Nacional.

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Espinosa señala que las actuales filtraciones son producto de las últimas lluvias, que sí se da mantenimiento al inmueble. Aunque “vamos tapando en un lado y va surgiendo en otro, es complejo”, dice.

De acuerdo con el costo inicial del inmueble de $ 43,5 millones y sus 20.000 metros de construcción, el presidente de la Cámara de la Industria de la Construcción (Comicon), Leopoldo Ocampo, señala que el costo del metro cuadrado sería de alrededor de $ 2.150.

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QUITO (21-12-2021).- Una de las paredes deterioradas por las filtraciones de agua en el edificio construido para la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur). Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Monto que sería, inclusive, más caro que lo que cuesta el metro cuadrado de construcción con acabados de lujo en la actualidad, el mismo que está entre los $ 1.500 y $ 1.800, señala el presidente de la Cámara.

“Tiene costos más caros y esa plata nos costó a los ecuatorianos (...). Tenemos un edificio que está abandonado (...). Tenemos un elefante blanco que para los ecuatorianos no tiene ninguna utilidad”, agrega Ocampo.

El expresidente Lenín Moreno pensó en destinar este edificio a la universidad indígena, el exvicepresidente Otto Sonnenholzner usarlo para los pacientes COVID-19. Instituciones como la Policía, la Corte Nacional de Justicia, el Consejo de la Judicatura y el Ministerio de Cultura se han mostrado interesadas en ocupar el inmueble, pero todas estas iniciativas fueron descartadas o por los costos de mantenimiento o por las condiciones del edificio, señala Espinosa.

En la actualidad, el inmueble está bajo la custodia del Ministerio de Cultura, después de que Cancillería se lo diera en comodato para que ahí se trasladen los bienes del Museo Nacional. Sin embargo, Cultura también descartó esta idea porque el edificio no cumplía con las condiciones para la conservación de las obras.

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QUITO (21-12-2021).- Modernos muebles apilados en las esquinas de algunas oficinas en lo que fue el edificio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), ubicado en la Mitad del Mundo. Alfredo Cárdenas/ EL UNIVERSO. Foto: El Universo

Ahora, el gobierno del presidente Guillermo Lasso tiene la idea, aún en proyecto, de establecer un Centro de Biodiversidad a cargo del Ministerio del Ambiente y del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio). Para eso, Cultura debe devolver el inmueble a Cancillería y Cancillería entregarlo a la cartera del Ambiente. Espinosa comenta que este traspaso podría ocurrir en el primer trimestre del 2022.

El director del Inabio, Diego Inclán, señala que las reuniones para el traspaso del edificio ya se iniciaron y que estaría listo a mediados del 2022, e informa que están trabajando en un modelo de gestión en el que participen Ambiente, el Instituto y el sector privado, incluyendo también cooperación internacional. En enero, con 250.000 euros de cooperación alemana, se prevé realizar el diseño del proyecto.

El Centro de Biodiversidad tendría varios componentes: interpretación, investigación científica, centro de negocios, promoción y desarrollo, y centro de convenciones. El sector privado actuaría en la parte operativa y administrativa del Centro.

“Definitivamente tiene que estar el actor privado por el giro del negocio, se busca que la estrategia sea sostenible”, dice Inclán.

Mientras el Gobierno central hace planes con el edificio, el Gobierno de la Provincia de Pichincha, que donó los terrenos para la construcción del inmueble, insiste en que una de las cláusulas del contrato señala que el bien debe ser devuelto a este gobierno local, porque ya no es sede de la Secretaría de la Unasur.

Darle utilidad al edificio de la Unasur, entre los planes del Ministerio de Cultura

Además, la Prefectura comunica que el convenio entre Cancillería y Cultura fue unilateral y arbitrario y por eso, a través de un proceso legal, solicitó la revocatoria de la donación. Actualmente, este proceso legal está abierto y a la espera de resolución judicial.

“Una vez que el gobierno del presidente Lasso asumió su mandato, se enviaron varias comunicaciones a Cancillería, al Ministerio del Ambiente y al Instituto Nacional de la Biodiversidad para informarles sobre el estado de la situación y reiterar la predisposición de la Prefectura y sus autoridades para alcanzar un acuerdo a través del diálogo. Hasta el momento, no se ha recibido respuesta a las múltiples comunicaciones enviadas a las distintas dependencias del Gobierno nacional”, indica la Prefectura.

Al respecto, la Cancillería respondió que “no hay ningún tipo de acuerdo con el Consejo Provincial de Pichincha, salvo el entendimiento de que el edificio se destine a una finalidad que potencie el área de la Mitad del Mundo como un gran destino turístico para beneficio de la ciudad de Quito y que genere empleos y actividad económica en San Antonio de Pomasqui”. (I)