Ecuador ha resaltado su trayectoria como país de acogida para refugiados, una labor por la que ha sido reconocido internacionalmente. El país es es el principal receptor de refugiados en el hemisferio y es uno de los tres principales receptores de la migración venezolana en la región. Este 20 de junio se celebra el Día Mundial de los Refugiados.
Giovanni Bassu, representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) en Ecuador, comenta a este Diario que “Ecuador ha sido históricamente un país generoso y solidario con las personas refugiadas”.
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“Es uno de los países de la región que ha acogido más personas refugiadas e incluso durante épocas difíciles como la pandemia, siguió permitiendo que personas que huían de la violencia y otras situaciones solicitaran protección”, destaca.
No obstante, manifiesta que, como en cualquier país, albergar y abordar todas las necesidades de protección de un número creciente de personas no viene sin dificultades y dice que “es necesario seguir trabajando para que el sistema de asilo sea cada vez más fuerte, que se conozcan los principios de protección internacional en todas las instancias y territorios, y que información vital sobre el procedimiento le llegue a las personas que tanto lo necesitan”.
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El presidente Guillermo Lasso, en la reciente IX Cumbre de las Américas, indicó que, a pesar de las dificultades económicas y presupuestarias, Ecuador ha impulsado acciones efectivas en favor de los más de 500.000 ciudadanos venezolanos que ven en el territorio una oportunidad de cambio y mejora para sus proyectos de vida.
Bassu considera positiva esta declaración de amnistía migratoria y la regularización que hará el país para ciudadanos venezolanos.
“Saludamos este esfuerzo del Gobierno ecuatoriano, que vemos como un paso fundamental para encontrar soluciones a la situación de personas venezolanas en Ecuador. La regularización es un salvavidas y una solución pragmática para la integración de muchas personas. Pero más allá de ser un gesto humanitario, es una oportunidad para Ecuador”, manifiesta.
Ecuador ha facilitado el acceso universal de esta población migrante a los servicios de salud y educación y ante la emergencia provocada por el COVID-19 fueron incluidos dentro del Plan de Vacunación 9/100. Acciones que se desarrollan para atender solidariamente a este sector de la población, especialmente a los más vulnerables, según el Gobierno.
Ante la situación de inseguridad y violencia que vive el país y lo que pueda significar para los solicitantes de refugio, Bassu manifestó que Ecuador ha demostrado ser un país acogedor para las personas refugiadas durante todos estos años y que esperan que esto se mantenga así. No obstante, indicó que el nivel de seguridad que se les debe brindar a estos grupos el algo que tanto el Gobierno y las entidades del caso deben responder.
En tanto, Acnur trabaja en Ecuador desde el año 2000 para apoyar al Estado en la protección e integración de personas solicitantes de asilo, refugiadas, apátridas y otras que han sido forzadas a huir de sus países.
Bassu cuenta que su trabajo “incluye brindar asistencia técnica a las autoridades, asistencia legal a personas solicitantes de asilo y refugiadas, empoderamiento de comunidades, apoyo para la inclusión laboral o el emprendimiento, entre otras acciones que beneficien tanto a personas refugiadas como de la comunidad local”. (I)