Ejecutar un Plan Ecuador similar al Plan Colombia, para contrarrestar el narcotráfico transnacional, es una propuesta que llevará el presidente de la República, Guillermo Lasso, a su homólogo de los Estados Unidos, Joe Biden, apenas pueda mantener con él un diálogo bilateral.

Esta idea la reveló este 8 de junio en una entrevista para el programa Conclusiones de la cadena CNN, cuando era consultado sobre la ola de violencia que enfrenta el Ecuador.

“El enemigo es el narcotráfico, el tráfico de armas, tráfico de personas y se requiere de nuevas tecnologías. Yo al presidente Joe Biden y a los Estados Unidos les diré: Oiga, así como con Colombia y el Plan Colombia necesitamos el Plan Ecuador, porque no es posible que la factura la pague solo un país pequeño que trata de impedir el uso de su territorio para el narcotráfico, porque también es proteger a los niños y jóvenes de los Estados Unidos. Entonces, creo que la factura hay que compartirla con los Estados Unidos y Europa”, expresó Lasso, quien se encuentra en los Estados Unidos participando de la IX Cumbre de las Américas.

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Aunque no ahondó en detalles sobre las implicaciones de esta propuesta, comentó que se lo pedirá a Biden cuando mantenga una reunión bilateral “cara a cara”. “El primer punto que le voy a plantear es este: el problema de seguridad, que recibimos apoyo, pero no es suficiente, necesitamos un apoyo más contundente”.

Reconoció que su gobierno no tiene la capacidad para enfrentar el problema solo y que necesita apoyo internacional. “… Necesitamos también recursos económicos y le vengo a plantear a la sociedad americana que Ecuador necesita ayuda, no nos pueden dejar solos en esta guerra. Ayudaron a Colombia, ahora toca ayudar al Ecuador”, enfatizó.

El Plan para la Paz y el Fortalecimiento del Estado o Plan Colombia para la Paz, más conocido como Plan Colombia, se suscribió en el año 1999 entre los exmandatarios de Estados Unidos Bill Clinton y Andrés Pastrana de Colombia, este último es un cercano amigo del presidente Lasso.

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Este acuerdo bilateral surgió con el objetivo de generar una revitalización social y económica, terminar con el conflicto armado interno en Colombia y crear una estrategia antinarcótica, articulada con la erradicación de cultivos de coca.

Pero este mecanismo tuvo efectos en Ecuador, con la migración de miles de ciudadanos colombianos que buscaban refugio huyendo de la violencia.

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Fue así como el expresidente Rafael Correa, a su llegada al poder en el 2007, implementó una iniciativa similar que contemplaba fortalecer la economía de las regiones fronterizas e impulsar su desarrollo social, que denominó Plan Ecuador, pero con el lema de la ‘no intervención’ extranjera.

En ese entonces, Correa anunció que se contaba con un presupuesto de $ 135 millones para financiar proyectos de seguridad y orden social en la zona de frontera, que incluyó la regularización de migrantes colombianos.

Quince años después, Lasso retoma esta idea de Plan Ecuador, que estaría enfocada en la lucha contra el narcotráfico, pues según sus cifras, en el último año se incautaron 300 toneladas de droga, lo que produce una reacción violenta de las bandas criminales que propician las matanzas en las cárceles; y en las estadísticas, 14 muertes violentas por cada 100.000 habitantes.

¿Es viable implementar un Plan Ecuador con el apoyo de los Estados Unidos? Sí, y podría tener resultados positivos, aunque el Gobierno nacional deberá precisar qué es lo que requiere, coinciden analistas consultados.

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Fernando Carrión, catedrático y analista en seguridad, explicó que el vínculo de carteles de Albaina, Brasil, México, Colombia con Ecuador son claros y eso obliga a tener estrategias y políticas conjuntas, y con los Estados Unidos hay un elemento adicional porque gran parte del narcotráfico que se produce en Colombia, Perú y Bolivia se dirige hacia ese país por ser el principal consumidor de cocaína del mundo, siendo necesario que se establezcan este tipo de acuerdos.

No obstante, ese proceso no será fácil porque el Gobierno ecuatoriano deberá tener claridad de lo que requiere y presentar un plan local que le permita observar los déficits que pueden ser inteligencia, tecnología, recursos económicos y humanos.

Aclaró que un Plan Colombia en Ecuador tiene sus diferencias. “El Plan Colombia tenía dos objetivos: acabar el conflicto interno por la presencia de grupos armados y guerrillas, que Ecuador no tiene; y la segunda, que se inscribía en la política de la guerra a las drogas, que era básicamente atacar los lugares de producción de las drogas. En este caso, Ecuador sí produce cocaína, pero no cultiva coca y eso hace que sea una cosa distinta”.

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Cree además que deberá establecerse una política correcta, porque en el 2000 Colombia reportaba 900 toneladas de producción de coca, y en la actualidad, pese al Plan Colombia, tiene el doble de producción.

Si Ecuador no es un país de cultivo, sino que importa y luego exporta, “lo lógico sería tener una política de colaboración para que no entre la droga al país. (…) Si logramos un proceso de cooperación para un Plan Ecuador que impida la entrada de droga, gran parte del problema de la violencia en el país se detendrá”, indicó.

Para el coronel en servicio pasivo Mario Pazmiño, emprender este proyecto significará que esté listo una planificación legal y de seguridad.

“El Ecuador no tiene un plan integral de seguridad y tendrían que elaborarlo, porque es necesario demostrar a los Estados Unidos que se están haciendo esfuerzos para combatir al narcotráfico. Actualmente hay una Fuerza de Tarea, pero habrá que informar que se va a conformar otra para la protección del Litoral, que aún no la tiene para el combate al crimen transnacional”, ejemplificó.

“Son decisiones que tiene que tomar el Gobierno y decir: Señores, estamos combatiendo solos al crimen organizado transnacional, necesito la cooperación internacional, y los Estados Unidos van a evaluar qué acciones se han tomado”, añadió.

Pazmiño reflexionó en que un plan de esta magnitud no solo se concentra en lo militar o armamentístico, sino que abarca lo social, en cuanto a salud, educación, generación de empleo. “Es un plan integral, no es solo de defensa. Las intenciones pueden ser buenas, pero si no estamos preparados para esto, estamos en un problema”, refirió.

Desde la diplomacia, el catedrático y analista de temas internacionales Carlos Estarellas cree que la iniciativa es positiva y aspira a que no solo se quede en la declaración.

“Este es un proceso en el que formalmente, mediante los órganos diplomáticos, se tendrá que solicitar esa ayuda. En este momento, el presidente Lasso ha hecho una declaración, pero para poder solicitarlo tendrá que formalizarlo a través de los canales diplomáticos al Gobierno americano. Ojalá que no solo sea una declaración…”, dijo.

Coincidió en que el régimen deberá detallar a ese país qué necesita, porque un “Plan Ecuador no solo incluye el ámbito militar, sino también reformas legales y sociales. El Plan Ecuador para ser igual al Plan Colombia trae deberes, derechos y reformas de lado a lado”. (I)

¿Qué es el Plan Colombia?

En 1999 surgió el denominado Plan para la Paz y el Fortalecimiento del Estado o Plan Colombia para la Paz, más conocido como Plan Colombia, que se constituyó como un acuerdo bilateral suscrito entre los expresidentes de los Estados Unidos Bill Clinton y Andrés Pastrana Arango, de Colombia.

Este Plan se concibió como un programa de desarrollo integral para Colombia, con los propósitos de trabajar en el fortalecimiento institucional y desarrollo social, recuperación económica y social, negociación política del conflicto y lucha contra el narcotráfico.

Para ejecutarlo se estimó una inversión que provenía de los dos países, por $ 7.500 millones, de los que $ 4.360 millones se dedicarían a la lucha contra las drogas.

El analista y catedrático Fernando Carrión detalló que hasta ahora este Plan le ha costado a los Estados Unidos alrededor de $ 20.000 millones; y, en la actualidad, Colombia contaría con siete bases militares para la lucha contra el narcotráfico.