Fue el pasado 14 de mayo cuando el movimiento CREO se abstuvo de respaldar la candidatura de Henry Kronfle, del Partido Social Cristiano (PSC), a la presidencia de la Asamblea, y esto generó el quiebre de la alianza entre ambas organizaciones políticas.

Desde entonces el PSC ha emitido varios comunicados. El primero fue para anunciar la separación: “No podemos continuar aliados quienes sí tenemos palabra y firma que honramos”. Y en otro escrito aclararon quiénes eran los precandidatos.

Jaime Nebot, exalcalde de Guayaquil, también reaccionó en varias ocasiones. Desmintió las declaraciones de su hermano José Nebot Saadi, quien había dicho que la ruptura solo era un “traspié”. Y hasta advirtió a los miembros de su partido que si aceptan algún cargo en el Gobierno serán expulsados del PSC.

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Cuando transcurrieron diez días de la ruptura, algunos rostros socialcristianos felicitaron a Lasso durante su posesión como la parlamentaria andina Cristina Reyes, quien deseó éxitos.


Lo mismo hizo Henry Cucalón desde su cuenta de Twitter, quien era la carta del PSC para la Gobernación del Guayas. Finalmente fue designado Vicente Taiano Álvarez.

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Y ya han pasado 25 días y los analistas políticos creen que no hubo ruptura sino un malentendido y que ahora es parte del “imaginario”. Además, que ciertos rostros que están o se perfilan para ser parte del Gobierno son por acuerdos personales y no políticos, o simplemente buscaron el espacio por el que trabajaron.

“Nunca estuvieron claros, nunca hubo de parte y parte el tema de rompemos oficialmente, nos separamos, y tal es el caso que algunos asambleístas dijeron que estarán de acuerdo con la defensa de la libertad de expresión. La ruptura como ruptura nunca se dio, eso es parte del imaginario. Sí hubo un desacuerdo de intenciones que no le permitió a los socialcristianos captar mayoría. (...) Y no le ha quedado otra cosa a Jaime Nebot que darles carta abierta para que tomen las decisiones desde sus posiciones”, explica el analista político Francisco Palomeque.

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Y un ejemplo de eso, a criterio de Palomeque, es Pascual Del Cioppo, quien renunció el pasado 28 de mayo y pasó a ser embajador de Ecuador en España. Aunque Del Cioppo aclaró que su nominación no surgió por su posición en el PSC, sino por su amistad con el presidente Guillermo Lasso.

Sin embargo, hay otros rostros socialcristianos como Miguel Orellana Coronel que fue designado gobernador de Santo Domingo de los Tsáchilas y Clemente Vásquez, quien aún no se oficializa como viceministro de Transporte y Obras Públicas.

Vásquez confirmó a este Diario que el presidente Lasso lo pidió para ese cargo. “El presidente lo pidió, él me lo pidió y yo acepté, pero no he sido posesionado”, indicó, y agregó que apoyó al Ejecutivo en la campaña electoral.

Vásquez fue prefecto de Manabí en el periodo de 1992 a 1996, luego diputado de 1996 al 2000. Y en el 2019 se presentó como candidato a la Prefectura de Manabí por una alianza entre el PSC, el movimiento Camino y el provincial Unidad Primero para un segundo periodo, aunque no resultó elegido. Fue candidato a asambleísta nacional por el PSC en los últimos comicios.

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En cambio, Orellana ha sido comandante de varias unidades militares en Fuerzas Especiales y en el 2017 pasó al servicio pasivo. También fue candidato a asambleísta, pero provincial.

Palomeque considera que el PSC está optando por no perder los espacios de poder. “Los que trabajaron en la campaña están recuperando el espacio por el que trabajaron”, dice.

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La máster en análisis político María Belén Loor cree que Orellana y Vásquez no son acuerdos políticos, sino personales. “Y es una manera de desintegrar al Partido Social Cristiano”, apunta.

En tanto, Loor asegura que algunas figuras del PSC están tomando decisiones inteligentes como el comentario de Dallyana Passailaigue, quien lidera el bloque del PSC.

Passailaigue había indicado que es una persona de consensos y que eso permitirá acercamientos con otros sectores políticos para lograr entendimientos y acuerdos. Y además que el PSC no será una piedra en el zapato para aprobar leyes que solucionen los problemas del país.

“Es la (decisión) más inteligente en el sentido que está abierta a escuchar porque el PSC está bastante en decadencia, después de lo ocurrido en octubre (protestas) del 2019 y tienen resistencia en ciertos sectores”, opina Loor.

Agrega que “en política a veces hay que unirse al enemigo, por decirlo así, entonces considero que es viable si hay un acercamiento como bloque”.

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Para Palomeque, también es una buena decisión. “A nivel político y consensos yo creo que es la mejor decisión que toman porque la otra decisión sería la guerra, comenzar a torpedear todos los proyectos del Gobierno. Es cierto que la hubieran tomado en un principio y se hubieran entendido..., pero ellos se fueron por la parte más fácil de unirse con UNES. Fue un error político”, dice.

Después de los comicios presidenciales del 11 de abril, Lasso había iniciado conversaciones con el PSC para consensuar la elección de las autoridades de la Asamblea. Invitaron a Rafael Correa, líder político de Unión por la Esperanza (UNES) porque, según Nebot, Pachakutik (PK) y la Izquierda Democrática (ID) sí hablaban con el ‘correísmo’ y no querían que la alianza CREO-PSC hable con UNES. Luego ocurrió el anuncio de la ruptura por el PSC. (I)