El avance de las fuerzas rusas en Ucrania se topó ayer con una fuerte resistencia en la capital, Kiev, donde el presidente Volodimir Zelenski desafió los llamamientos de su par ruso Vladimir Putin para derrocarlo.

Putin llamó al ejército ucraniano a tomar el poder en el segundo día de la invasión, que ha provocado la huida de más de 50.000 ucranianos fuera, así como 100.000 desplazados internos y más de 100 muertos, basado en cifras oficiales.

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El Gobierno ruso amenazó también a Finlandia y Suecia, países conocidos por su neutralidad, por los esfuerzos llevados a cabo por Occidente para incluirlos en la OTAN y alertó sobre las graves consecuencias que tendría su ingreso.

En una intervención televisiva, el mandatario ruso calificó al gobierno de Zelenski de “banda de drogadictos y de neonazis” y pidió a los militares ucranianos: “Tomen el poder entre sus manos. Me parece que será más fácil negociar entre ustedes y yo”.

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El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en una imagen de archivo. Foto: EFE


Zelenski respondió colgando un video delante del Palacio Presidencial diciendo: “Estamos todos aquí, nuestros militares están aquí, los ciudadanos, la sociedad, estamos todos aquí, defendiendo nuestra independencia, nuestro Estado”, proclamó, junto a sus principales colaboradores.

Zelenski alabó el “heroísmo” de la población ante el avance de Rusia hacia la capital.

Un alto cargo de la defensa de EE. UU. afirmó que la ofensiva rusa estaba perdiendo fuerza, sobre todo en Kiev.

El Ministerio de Defensa ucraniano afirmó que sus tropas habían matado a 2.800 soldados rusos. Moscú no comunicó hasta ahora ninguna baja.

Zelenski indicó que habló con su homólogo estadounidense Joe Biden sobre el “refuerzo de las sanciones contra Rusia, de una asistencia de defensa concreta y de una coalición antiaérea”, y expresó su “agradecimiento” por el “fuerte” respaldo estadounidense.

Ayer al amanecer se escucharon disparos y explosiones en barrios, provocados por lo que parecía un avance de las fuerzas rusas y durante el día, las sirenas y explosiones no dejaron de sonar. La ciudad, tras la huida de la gente, ofrece un aspecto fantasmagórico.

Las fuerzas ucranianas informaron también que estaban combatiendo a tropas rusas en Dymer e Ivankiv, situadas a 40 y 80 kilómetros en el norte de Kiev. Los rusos estarían avanzando por el noreste y el este.

Por su parte, Putin está dispuesto a enviar una delegación a Minsk, capital de Bielorrusia, un país aliado de Rusia, para llevar a cabo negociaciones con Ucrania, indicó su portavoz.

Vista general de la Plaza de la Independencia vacía en Kiev, Ucrania, 25 de febrero de 2022. Foto: EFE

Más sanciones para Rusia

Ayer Putin y su canciller Serguei Lavrov fueron incluidos en la lista de personalidades sancionadas, con sus haberes congelados, por la Unión Europea (UE), y el Reino Unido y Estados Unidos anunciaron que harán algo similar.

Zelenski pidió a los occidentales que expulsaran a Rusia del sistema de transferencias bancarias SWIFT, pero países de la Unión Europea como Alemania o Hungría han expresado sus dudas por el miedo a que esa medida provoque problemas en la entrega de gas ruso.

La portavoz de la cancillería rusa, Maria Zajarova, afirmó que las sanciones contra Putin y Lavrov demuestran “la impotencia” de los occidentales.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) rechazó el proceso de adhesión de Rusia y cerró su oficina en Moscú.

La respuesta a la invasión también se dejó sentir en el deporte y el mundo de la cultura. La UEFA retiró a San Petersburgo la organización de la final de la Liga de Campeones, el 28 de mayo, que se jugará en París.

Además, la Fórmula Uno anuló la celebración del Gran Premio de Rusia, que formaba parte del calendario 2022 de la categoría.

Y Eurovisión indicó que cerraba las puertas del popular certamen de canción europea a representantes del país invasor.

El papa Francisco se reunió con el embajador ruso en el Vaticano para manifestarle “su preocupación”.

En un tuit, enviado en varios idiomas, entre ellos ruso, afirmó que “toda guerra es una claudicación vergonzosa”. (I)