Sin poder ir a la playa a festejar y con toque de queda a partir de las 23 horas para evitar la propagación del covid-19. Esas son las severas limitaciones con las que los peruanos recibirán la noche de este viernes el Año Nuevo y que han caído como un balde de agua fría a una ciudadanía ansiosa por festejar y evadirse en el cierre de 2021 dramático.