Al menos seis muertos dejó un choque entre remanentes de la extinta guerrilla Sendero Luminoso y una patrulla militar en un valle cocalero de Perú, informó este sábado una unidad del ministerio de Defensa.

El comunicado del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas no precisó la fecha del enfrentamiento, en el que dijo que murieron cinco remanentes de Sendero Luminoso y un soldado del Ejército.

Indicó que ocurrió en el distrito de Vizcatán del Ene, en el centro de Perú, en el marco de un operativo que buscaba capturar a Víctor Quispe Palomino, alias Camarada José, líder de remanentes de la guerrilla de extrema izquierda derrotada militarmente en los años 1990.

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No se encontró a Quispe Palomino, pero “se logró la neutralización de ‘Paulino’, integrante de la Fuerza Militar de Sendero Luminoso, quien falleció cuando se disponía a minar el área de combate”, señaló el comunicado.

Agregó que en la acción armada falleció un soldado y que se capturó al “delincuente terrorista ‘Álvaro’”, quien les informó que a consecuencia del enfrentamiento habrían fallecido “un aproximado de cuatro responsables de seguridad del ‘Camarada José’”.

El distrito Vizcatán del Ene se ubica en el departamento de Junín y forma parte de una gran zona cocalera conocida como VRAEM, acrónimo de Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro, donde desde hace décadas se refugian remanentes de Sendero Luminoso aliados del narcotráfico, según las autoridades.

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Perú es uno de los mayores cultivadores de hoja de coca y productores de cocaína en el mundo, de acuerdo con la ONU.

El 14 de marzo un soldado del ejército murió en un enfrentamiento en el VRAEM y en febrero dos militares resultaron heridos en la misma zona.

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Remanentes de la guerrilla

Sendero Luminoso surgió como una organización maoísta que lanzó una “guerra popular” en 1980 -“terrorismo”, según las autoridades- que tras dos décadas de choques con las fuerzas de seguridad dejó 69.000 muertos y desaparecidos, según la Comisión de la Verdad y Reconciliación.

Casi todos los líderes guerrilleros están muertos o presos, pero los militares estiman que unos 200 a 350 excombatientes siguen activos en el VRAEM. (I)