Colleen Stan tenía 20 años y se había trasladado de una ciudad a otra haciendo autostop en numerosas ocasiones. El autstop es una forma de viajar gratis, en la se busca detener un carro, generalmente haciendo una señal con el dedo pulgar, para pedir transporte gratuito a los conductores.

Llegó el cumpleaños de su novio y decidió utilizar esta técina para poder asistir a la fiesta. En esta ocasión, una pareja con su bebé se detuvo para llevarla. Ellos eran Cameron y Janice Hooker, de 23 años, pero lo que parecía algo regular, se volvió un infierno durante 7 años.

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Cuando tan sólo llevaban recorridos unos kilómetros, Colleen pidió que pararan el coche en una estación de servicio porque tenía que ir al baño. “Una voz me dijo que corriera y saltara por una ventana y nunca mirara atrás”, confesaría a la revista “People” años después. Pero, pensó que estaba exagerando y que las malas vibraciones que le daba Cameron no tenían sentido y regresó al coche.

Media hora después, Cameron salió de la carretera principal y tomó un camino de tierra hacia algún lugar dónde nadie pudiera encontrarlos, en realidad Cameron llevaba años planeándolo. Cuando se sintió lo suficientemente “invisible”, detuvo el coche, ató a Colleen, le puso un extraño artefacto en la cabeza, una caja de madera muy pesada con un agujero en uno de los lados, insonorizado por un carpintero para que no se escucharan sus gritos. El viaje continuó durante casi 500 kilómetros, distancia que separaba el lugar del secuestro de la casa de los Hooker, en Red Bluff, California.

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Al llegar, Collen estaba aterrorizada, agotada de tanto llorar. Cameron la liberó de la caja y la colgó de las vigas del sótano con cadenas y con los ojos vendados. Esa fue la primera vez que la violó y la golpeó. Eras el inicio de una pesadilla que duró 7 años.

Construyeron una caja de madera de un metro por 1,80 y ataron a Colleen con unas cadenas. No podía recostarse, así que debía pasar la mayor parte del tiempo sentada. Cuando la familia se mudó a una caravana, Cameron construyó una caja similar a un ataúd y la colocó debajo de su cama.

Colleen pasaría encerrada 23 horas al día y sólo la dejaban salir para violarla o torturarla. Además, la obligaron a firmar un contrato de esclavitud que si incumplía podría suponer su muerte y la de su propia familia. Fue rebautizada como “K” y tenía que llamar “maestro” a Cameron y “señora” a Janice.

La terrible experiencia de Colleen comenzó el 19 de mayo de 1977 y ha sido llevada a la gran pantalla en la película “The Girl In The Box”.

Al llevar tanto tiempo sin que nadie descubriera lo que estaba haciendo, Cameron se sentía invencible y llegó a ir a con Colleen a visitar a sus padres. Ella les convenció de que se trataba de su novio y de que eran felices. La familia sospechaba que se había unido a una secta, pero decidieron respetar lo que les había dicho, les hicieron una foto y salieron a la calle a despedirles.

Con el paso del tiempo Janice se fue abriendo y confesó que ella también fue víctima de Cameron, que abusó de ella sexualmente y la maltrató desde los 15 años. Durante sus enfermizas sesiones de sexo él la azotaba, la colgaba de los árboles esposada e incluso le sumergía la cabeza en agua hasta el punto de casi ahogarla. Y si no cumplía con sus deseos, la golpeaba. Desesperada, firmó un contrato con su marido que le permitía secuestrar y encarcelar a una esclava sexual para dar rienda suelta a su sadismo. Y Colleen fue esa víctima.

A pesar de todo Colleen comenzó a tener Síndrome de Estocolmo y se enamoró de su captor. Pensaba que podría cambiar. Pero en agosto de 1984, Janice reunió las fuerzas suficientes para acabar con la pesadilla y salió de casa con sus dos hijas y con Colleen, a la que dejó en una estación de autobuses antes de huir.

Curiosamente, la que llevó a Cameron ante la justicia fue Janice, le culpó del secuestro, tortura y asesinato de Marie Elizabeth Spannhake, una joven que desapareció en enero de 1976. Janice testificó contra su esposo a cambio de la inmunidad. Cameron fue condenado a 104 años de prisión.

Durante el juicio, Colleen dio muestras de sufrir síndrome de Estocolmo y narró cómo empezó a enamorarse de Cameron cuando él comenzó a dejarle celebrar sus cumpleaños e incluso cuando le regaló una biblia.

Colleen tiene ahora 62 años y estudió contabilidad para poder salir adelante. Sin embargo, su terrible pasado le ha impedido volver a mantener una relación estable y duradera y ha fracasado en varios matrimonios. (I)