Horas de desesperación vivieron los hijos, y otros familiares, de una mujer desaparecida desde la noche del viernes 5 de mayo de 2023 en Gijón, España.
María Esther López, de 55 años, trabaja como asistente de limpieza en la residencia de una familia. Era viuda; madre de 3 hijos y feliz abuela de una nena.
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Para ese domicilio salió, hacia el mediodía del viernes, y no volvió a su casa, lo que despertó el miedo de sus parientes, quienes dieron aviso a las autoridades por tan extraña desaparición.
María Esther era de Asturias y con sus hijos –dos radicados en Madrid y una en Mallorca- se comunicaba con frecuencia por lo que el largo silencio no era normal.
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“No contesta los mensajes, ni llamadas” decía uno de ellos entrado el sábado 6.
Activan la búsqueda
En ese momento, expone El Español, los hijos de María Esther avisaron a más familiares y amigos que viven en Gijón para que fueran a su domicilio para comprobar si se encontraba allí.
Ellos, anunciaron, se desplazarían a Gijón para buscar a su mamá. Llegaron a colocar una denuncia de desaparición en la comisaría.
Uno de sus hijos, “que vive en Madrid y se movilizó a la provincia de Asturias”, declaró que cuando llegó a la vivienda de su madre “la puerta estaba cerrada con dos vueltas de llave, como normalmente hacía ella, el dinero estaba en su sitio y el secador y otros enseres estaban de haberse peinado”.
Pidieron ayuda a los vecinos, mientras más gente se enterara, quizás más rápido sabrían dónde estaba la madre, pensarían.
Una hija, en Mallorca, dijo que había conversado por teléfono, el viernes, con María Esther. No advirtió nada extraño.
Lo que se sabía era que había salido a trabajar en la vivienda de unos conocidos, localizado en la la calle Manuel Llaneza.
La mala hora de María Esther
María Esther había ido a limpiar en un domicilio, cuyos dueños habían salido el viernes para volver el domingo 7 de mayo.
Todo el fin de semana transcurrió sin noticias de María Esther. La fatalidad estaba a punto de conocerse: la noche del domingo, al volver esa familia al hogar hallaron la inesperada y dolorosa escena.
María Esther estaba inerte en el piso, muy cerca de unas escaleras, divulgó El Comercio.
La mujer murió cuando trataba de colocar unas cortinas… había caído de las escaleras. Se conoció que había perdido a su esposo hacía cuatro años.
La familia dijo a El Comercio: “Lo había pasado muy mal cuando se quedó viuda, pero estaba saliendo adelante y muy ilusionada con su nieta de solo un año, precisamente iba a viajar esta semana a Mallorca para estar con ella”. (I)
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