Los senadores rusos adoptaron este miércoles una nueva ley que, según la oposición, está destinada a acallar las voces disidentes antes de las legislativas de septiembre, en un contexto de redadas y detenciones crecientes contra los detractores del Kremlin.

El Consejo de la Federación, cámara alta del parlamento, aprobó por 146 votos a favor y uno en contra, el texto que prohíbe las candidaturas, en cualquier elección, de personas que hayan colaborado con organizaciones “extremistas y terroristas”.

La ley debe de ser firmada por el presidente ruso Vladimir Putin, para que entre en vigor.

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Esta nueva ley es vista por los críticos del Gobierno como una nueva herramienta que toma por blanco a los partidarios del opositor encarcelado Alexéi Navalni.

La fiscalía ha pedido a la justicia que clasifique estas organizaciones como “extremistas”, porque pretenden “desestabilizar la situación social” en Rusia.

Hay pocas dudas sobre dónde terminará este proceso, visto que la red de oficinas regionales del activista ya ha sido clasificada de “extremista” por los servicios financieros reguladores.

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El equipo de Navalni ha denunciado el deseo del Kremlin de neutralizar su movimiento y de acallarlo antes de las elecciones del 19 de septiembre, en un momento en que el partido en el poder, Rusia Unida, cae en los sondeos de intención de voto, pese a la popularidad de Putin. Su declive se debe fundamentalmente a la situación financiera complicada y a los múltiples escándalos de corrupción.

Dos meses de detención provisional

La presión contra las voces críticas ha aumentado en estos días entre los adeptos de Navalni, encarcelado desde enero y con la perspectiva de tener que pasar dos años en prisión.

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Un ejemplo claro es que Andreï Pivovarov, de 39 años, exdirector de la organización (Rusia Abierta), arrestado el lunes por la noche en un avión que iba a despegar en San Petersburgo en dirección Varsovia, fue puesto en detención provisional hasta el 31 de julio.

Pivovarov es objeto de una causa penal por “participación en las actividades de una ONG extranjera considerada indeseable”, un cargo punible con hasta seis años de prisión.

Rusia Abierta fue fundada por el millonario y opositor en el exilio Mijaíl Jodorkovski.

“Es un pretexto para impedirle que participe en las elecciones”, denunciaron los allegados del detenido.

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A esto se suman también las redadas realizadas el martes en los domicilios de varios opositores y la detención del exdiputado Dmitri Gudkov, de 41 años, aliado de Navalni.

A Gudkov se le acusa de estar presuntamente implicado en casos de “fraude y abuso de confianza” en un caso de alquileres impagados, un delito que puede merecer cinco años de cárcel.

Según su padre, Guennadi, que también fue diputado, estas acciones tienen un fin “estrictamente político: limpiar el escenario político antes de que se presenten los candidatos a diputados y amordazar a los críticos del poder”.

Este miércoles, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que estos casos “no tienen ninguna relación con la política”.

“Voto inteligente”

El martes, Mijaíl Jodorkovski, denunció en Twitter la represión en curso contra organizaciones de oposición y medios independientes.

“Putin espera que con eso sea más fácil robar y enviar a gente a la cárcel”, dijo.

“¿Piensan que van a continuar con sus arrestos y que todo se calmará? Que no crean que será así. Lanzamos una nueva página antes de las elecciones para saber por quién no hay que votar en ningún caso”, dijo Jodorkovski.

La organización Rusia Abierta se autodisolvió a finales de mayo luego de ser clasificada como “indeseable” por una ley, y por miedo a que sus miembros fueran objeto de persecuciones.

El movimiento de Navalni, quien a su vez fue víctima en 2020 de un grave envenenamiento atribuido por sus adeptos al Kremlin, defiende un “voto inteligente” durante las legislativas de septiembre.

Se trata de pedir a los rusos que voten en cada circunscripción por el candidato que más posibilidades tiene de derrotar al representante del Kremlin. Esta forma de votar tuvo un cierto éxito durante las elecciones locales de los últimos años. (I)