Estos son los infiltrados de la DEA y la increíble forma en la que entraron al círculo de confianza de los hijos de “El Chapo” Guzmán

Lo que parecía infranqueable en el Cartel de Sinaloa, su seguridad, fue penetrada por la DEA.

La agencia antidrogas estadounidense logró permear, al más alto nivel y desde el 2017, la red criminal que en otrora lideró Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, para conocer de cerca los pasos de sus hijos. A cuatro de ellos los llaman “Los Chapitos”.

La Justicia estadounidense acusó a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera por tráfico de fentanilo, el 14 de abril de 2023.

Tras anunciarse los señalamientos, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló que agentes de la Administración de Control de Drogas (DEA) han estado infiltrados dentro del círculo de confianza de “Los Chapitos” para obtener mayor información sobre sus operaciones, publicó Prensa Libre.

“Durante el último año y medio, la DEA se infiltró proactivamente en el Cartel de Sinaloa y la red ‘Chapitos’, con lo cual se obtuvo un acceso sin precedentes a los niveles más altos de la organización”, afirmó la directora de la DEA, Anne Milgram.

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Quiénes infiltraron y siguieron a “Los Chapitos”

En total fueron tres infiltrados los que conocieron de primera mano el negocio criminal de los hijos de “El Chapo”, señaló Infobae.

Su relación con “Los Chapitos” la mantuvieron desde 2017 y tuvieron a su cargo funciones de seguridad y de logística, hasta que en el 2021 se retiraron de la organización criminal, añade el medio citando a Reforma.

Las identidades de esos infiltrados son Miguel Alonso Payán, Juan Carlos Arce Cabrera y un hombre al que llaman solo NN”.

Abel Barajas, periodista

Payán " es de Culiacán, Sinaloa, y en un primer momento se desempeñó como integrante del grupo de seguridad de Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”.

Según sus informes, el Cartel del Pacífico -como también se conoce al Cartel de Sinaloa- enviaba cerca de 500 mil pastillas de fentanilo cada mes a Estados Unidos, a través de pequeñas aeronaves.

Payán estuvo cuatro años “trabajando” para “Los Chapitos”.

A través de su trabajo, como investigador encubierto, se conoció que la organización de los hijos de Guzmán Loera “contaba con un laboratorio clandestino habilitado para la elaboración de drogas sintéticas, que se ubicaba en Aguapetito, un poblado de Navolato, Sinaloa”.

Describió que para evitar que el lugar fuera detectado por las autoridades, la entrada a la “cocina” -que estaba equipada con estufas y prensas- la cubrían con ramas y tierra.

Hace cuatro años, Payán se lesionó un brazo y le cambiaron la tarea: “le encargaron el transporte de las pastillas de fentanilo que salían de Sinaloa y llegaban a diversas ciudades al norte de México, como Tijuana y Mexicali en Baja California, así como San Luis Río Colorado, en Sonora”.

Dos veces expresó que pudo estar cerca de Ovidio Guzmán, “El Ratón”, quien fue capturado por segunda vez en enero de 2023.

“En el 2020 cuando lo visitó en el rancho de La Anona junto a su primo Jimmy Loera, quien se encargaba de vigilar una casa de seguridad ubicada en el fraccionamiento Montebello, en Culiacán, donde se almacenaba droga y armas”, explican reportes de prensa.

Al año siguiente, lo vio en la sindicatura de Jesús María, también en Sinaloa.

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Sicarios súper armados en reunión por compra de fentanilo

Arce, el otro infiltrado, fue distribuidor de drogas para el cartel sinaloense.

“Al igual que Payán, informó a la agencia estadounidense sobre las actividades de Los Chapitos relacionadas al tráfico de fentanilo”.

Según Zeta Tijuana, medio que publicó la reacción del presidente López Obrador por la infiltración de la DEA, Arce también conoció a Ovidio Guzmán en uno de sus ranchos en Culiacán, en mayo de 2022.

El lugar estaba resguardado con múltiples docenas de sicarios armados con rifles y lanzagranadas. La reunión tenía que ver con la compra de fentanilo y Cabrera logró sacar fotografías que le entregó a la DEA.

Juan Carlos Arce, informante de la DEA

Sin tener idea clara de quiénes laboraran en el Cartel de Sinaloa, del tercer informante de la DEA, conocido solo como NN”, se dice que trabajó como “administrador de las bodegas de droga” que la red tenía en California, Estados Unidos.

Se presume que la DEA lo colocó como un elemento externo, para “adentrarse en las redes de dicho grupo delictivo”.

Contó Infobae que “NN”, a finales de enero pasado, rindió testimonio ante la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York.

Allí dijo “haber enviado cerca de 24 millones de dólares a ‘Los Chapitos’, como parte de las ganancias que obtuvieron por la distribución de drogas en Ohio, Michigan, Minenesota, Nueva York y Massachusetts”.

Con tanto detalles, no hay espacio para la duda: “La DEA se infiltró proactivamente en el Cartel de Sinaloa y la red Chapitos”.

“Los hijos de ‘‘El Chapo’ heredaron un imperio mundial del narcotráfico, lo hicieron más despiadado, más violento, más letal y lo usaron para propagar un nuevo veneno, el fentanilo”, sostuvo la DEA.

(I)

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