En los años recientes se ha popularizado en redes sociales la idea de la supuesta entrada en vigencia de un décimo tercer signo del zodiaco denominado Ofiuco, a partir de enero, un cambio del que se dice incluso está avalado por la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de EE. UU. (NASA).

“A partir del 1 de enero entró en vigor el nuevo calendario oficial para los signos zodiacales. No olviden actualizar su carta astral y revisar sus proyecciones para 2023 si es que cambió su signo”, indican los mensajes viralizados en redes sociales.

Pero todo esto se trata de una mezcla de situaciones. Si bien la NASA _que se encarga de la astronomía, no de la astrología_ se refiere a la existencia de Ofiuco, una constelación ubicada entre la de Escorpio y la de Sagitario, esto no cambia el calendario del zodiaco.

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La NASA en algunas ocasiones ha aclarado este controversial tema. “Vemos sus comentarios sobre una historia del zodiaco que resurge cada pocos años. No, no cambiamos el zodiaco”, indica la agencia espacial. “Aquí en la NASA, estudiamos astronomía, no astrología. No cambiamos ningún signo del zodiaco, solo hicimos los cálculos”, agrega.

El cinturón imaginario que ocupa el zodiaco en el cielo se divide en 12 partes iguales, que definen los 12 signos zodiacales. Cada una de estas partes correspondía a una constelación: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

La NASA detalla que el sistema del zodiaco y Ofiuco surgieron en los babilonios, que vivieron hace más de 3.000 años. Estos dividieron el zodíaco en 12 partes iguales, “como cortar una pizza en 12 porciones iguales. Eligieron 12 constelaciones en el zodíaco, una para cada una de las 12 “rebanadas”. Entonces, a medida que la Tierra gira alrededor del Sol, parecería que el Sol pasa a través de cada una de las 12 partes del zodíaco. Dado que los babilonios ya tenían un calendario de 12 meses (basado en las fases de la luna), cada mes tenía una parte del zodíaco para sí mismo”, añade.

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Pero incluso según las antiguas historias de los babilonios, había 13 constelaciones en el zodíaco. Así que eligieron uno, Ophiuchus (Ofiuco), para dejarlo fuera. Incluso entonces, algunos de los 12 elegidos no encajaron perfectamente en su porción asignada del pastel y pasaron a la siguiente”, refiere.

Se explica que las constelaciones tienen diferentes tamaños y formas, por lo que el sol pasa diferentes períodos de tiempo alineado con cada una. La línea de la Tierra a través del sol apunta a Virgo durante 45 días, pero apunta a Escorpio durante solo 7 días. Para hacer una combinación ordenada con su calendario de 12 meses, los babilonios ignoraron el hecho de que el sol en realidad se mueve a través de 13 constelaciones, no de 12. Luego asignaron a cada una de esas 12 constelaciones la misma cantidad de tiempo.

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Ante esto, fueron claros: existen múltiples constelaciones y la Tierra puede girar alrededor de 13 de ellas al año, pero los antiguos babilonios prescindieron de la última. No hay una justificación científica al respecto. (F)