En ocasiones, ante ofertas “irresistibles” hay que detenerse y evaluar, más si lo que está en juego es la salud.

Una pareja, empeñada en conseguir el”look perfecto”, “ese de Instagram”, vendió su casa para decir sí a una tentadora oferta que vieron en internet.

Zara Edgar, de 36 años, y su esposo Igel, de 39, pusieron en venta la vivienda que tenían en Manchester para ir hasta Turquía, atraídos por el deseo de querer verse mucho mejor. Hoy, ambos cuentan a The Mirror que están arrepentidos.

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Con un poco de madurez, tras la dura experiencia, aconsejan: No confíen en Instagram como una plataforma para encontrar cirugía, todo se ve bien allí.

Cirugías para verse “perfectos”

Narraron que vendieron su casa en Manchester en noviembre pasado “y se detuvieron para someterse a una cirugía camino a su nueva vida en Granada”.

Radicados en la isla de Granada, “en las Indias Occidentales, la pareja reservó su cirugía en Turquía después de encontrar un acuerdo en línea”.

Zara contó que “gastó miles de libras en busca del abdomen, el busto, los glúteos y los dientes ‘perfectos”. Su pareja iba para conseguir una mejor dentadura.

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Dicen que pagaron un trato con una clínica que habían encontrado en Instagram, que incluía la cirugía y la estadía en el hotel por 11 noches.

La cirugía de Zara de 6.000 libras esterlinas. “Se realizó el primer día y su trabajo dental de 4.500 libras esterlinas cuatro días después”, explica el citdo medio.

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  • Igel, por el trabajo dental, canceló otras 4.500 libras.
  • En comidas, mil más. En dólares fueron cerca de 20.000.

Fueron en busca de una cirugía estética económica y quedaron atrapados en el fuego de una batalla de carteles de droga en México

Están preocupados

Han transcurrido cinco meses y los dos “lamentan su decisión y ahora están más preocupados que nunca”. Zara describe que hasta “siente que tiene metal en el estómago”.

Mi barriga me hace muy infeliz, describe Zara Edgar. Foto: Tomada de The Mirror

Confiesa que ella buscaba ese look de Instagram, donde todo es perfecto.

Actualmente piensa que es mejor quererse uno tal como es.

“(…) No vale la pena. Solo acéptate tal como eres. Ojalá lo hubiera hecho. Lo lamento mucho”, señala.

Tampoco está a gusto con sus nuevos glúteos. Precisa que no tiene quejas sobre su aumento de busto y dice que su dentadura “es soportable”.

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Los temores también los tiene su pareja, de quien enfatiza: Se suponía que los implantes le darían confianza.

Según Zara, “es mucho más importante cuidar tu cuerpo que conseguir algo barato”.

De acuerdo con The Mirror, la compañía turca dijo que la pareja parecía feliz cuando se fueron y que podía pedir ayuda en cualquier momento. Al parecer, sus servicios tienen “una garantía” de dos décadas.

Zara no oculta su descontento: “Igel dijo que me veía hermosa antes. Ojalá le hubiera creído. Mi barriga se siente como si tuviera metal adentro. Me hace muy infeliz”.

(I)

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