La Unión Europea implementará un registro biométrico obligatorio para viajeros con el objetivo de reforzar la seguridad y optimizar los controles fronterizos.
A partir del 12 de octubre, varios países del espacio Schengen, entre ellos España, Italia, Francia y Alemania, pondrán en marcha un nuevo Sistema de Entradas y Salidas (SES).
El SES exigirá a los viajeros la entrega de datos biométricos, como huellas digitales y fotografías, en su primer ingreso a la zona. La información se registrará digitalmente para prevenir fraudes de identidad y facilitar futuros cruces fronterizos.
Publicidad
Aunque se espera que la iniciativa reduzca trámites en el mediano plazo, inicialmente podría provocar demoras en aeropuertos, puertos y pasos fronterizos.
Las autoridades recomiendan llegar con tiempo suficiente y estar preparados para cumplir con los nuevos procedimientos.
El registro digital tendrá una validez de tres años, por lo que los visitantes recurrentes solo deberán validar sus datos en posteriores viajes. Sin embargo, no será necesario enviar información antes del viaje ni realizar un registro previo en línea.
Publicidad
La medida se acompaña de requisitos estrictos para los pasaportes
El documento debe ser válido por al menos tres meses después de la salida prevista del área Schengen, sin superar los diez años desde su emisión. Un pasaporte vencido, extraviado o inválido podría impedir incluso el embarque en el vuelo.
Las nuevas reglas también contemplan situaciones especiales para quienes viajen en crucero, ferry o tren. En ciertos casos, los pasajeros estarán exentos de controles si el itinerario comienza y termina fuera de Schengen, pero deberán pasar revisiones si desembarcan y continúan hacia otro destino.
Publicidad
Además, la normativa recuerda la vigencia de la regla 90/180, que limita la estadía en el espacio Schengen a un máximo de 90 días dentro de un periodo de 180. Superar ese tiempo puede acarrear sanciones según las leyes de cada país miembro.
El espacio Schengen comprende 25 países de la Unión Europea y cuatro naciones asociadas, como Suiza, Noruega, Islandia y Liechtenstein. Su libre circulación es una de las características más reconocidas, pero el nuevo sistema busca equilibrar esa apertura con un mayor control fronterizo. (I)