Los aliados occidentales de Ucrania se comprometieron este martes en Bruselas a mantener las enormes cantidades de municiones y armas que Ucrania necesita, mientras arreciaba la lucha por la ciudad de Bajmut.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha moderado el tono de sus demandas por aviones caza, después de conseguir de los aliados promesas de tanques, defensa antiaérea y misiles. Reunidos en la sede de la OTAN en Bruselas, los aliados de Ucrania se concentraron en asegurar el flujo de municiones y blindados que precisan para hacer frente a la ofensiva rusa en el terreno.

El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, dijo que las prioridades para su país eran mejorar la defensa antiaérea, reforzar los suministros de tanques y garantizar las existencias de municiones. Al salir de la reunión, el general estadounidense Mark Milley dijo que Rusia ya ha perdido esa guerra. “Rusia ha perdido, ha perdido estratégica, operativa y tácticamente, y está pagando un precio enorme”, apuntó.

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Pero mientras las hostilidades persistan “la comunidad internacional continuará apoyando a Ucrania con el equipo y las capacidades que necesite”, añadió. Los aliados occidentales de Ucrania, encabezados por Estados Unidos, ya han suministrado decenas miles de millones de dólares en armas para contribuir a la defensa de ese país.

Ahora, días antes que se cumpla un año del inicio de la guerra, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sostiene que el presidente ruso, Vladimir Putin, parece estar iniciando una nueva ofensiva más amplia en el Este de Ucrania.

“Rusia está introduciendo nuevas tropas en el campo de batalla. Muchas de esas tropas están mal entrenadas y mal equipadas, por lo que su tasa de bajas ha sido realmente alta”, dijo el secretario estadounidense de Defensa, Lloyd Austin.

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El dirigente estadounidense dijo que Ucrania buscaba cambiar el rumbo del conflicto para ganar impulso, y esperaba que las fuerzas ucranianas lanzaran su propia contraofensiva en la primavera boreal.

Una “picadora de carne”

Sobre el terreno en el Este de Ucrania, un equipo de AFP escuchó pesados disparos de artillería hacia las líneas rusas alrededor de la ciudad de Bajmut, blanco de una enorme ofensiva rusa. La ciudad no es considerada estratégica pero se tornó un símbolo de la resistencia ucraniana en este conflicto.

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El jefe del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgeny Prigozhin, admitió que Bajmut “no va a ser tomada mañana, porque hay una fuerte resistencia y bombardeos. Es una picadora de carne en funcionamiento”. El lunes, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, admitió que Ucrania está utilizando una cantidad de municiones muy superior a la capacidad de la OTAN de producirlas, y advirtió que es necesario fortalecer los contratos con las industrias de armas.

De acuerdo con la prensa alemana, esos contratos permitirían la entrega de 300.000 municiones a Ucrania a partir de julio. Para los aliados europeos de la OTAN, el flujo de las municiones para el armamento suministrado a los ucranianos se tornó una prioridad problemática.

Para Stoltenberg, esta es una guerra de desgaste y una batalla logística”.

En particular, los ucranianos precisan con urgencia municiones de 155 milímetros, de las que utilizan varios miles diariamente.

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El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, anunció que la industria alemana se aprestaba a fortalecer una línea de producción de municiones específicas para sistemas de defensa antiaérea Guepard. “Los contratos ya fueron firmados con los fabricantes”, dijo. De acuerdo con la prensa alemana, esos contratos permitirían la entrega de 300.000 municiones a Ucrania a partir de julio.

La urgencia en hallar mecanismos para aumentar la capacidad de producción de munición dejó momentáneamente de la discusión la sensible cuestión de los aviones caza pedidos por Ucrania. Un alto funcionario estadounidense dijo que enviar aviones “no es algo de lo que estemos hablando en esa mesa, ahora mismo”.

De su lado, Eslovaquia ha dicho que está dispuesta a discutir el envío de antiguos aviones MIG-29 soviéticos para ayudar a reemplazar las pérdidas de las existencias actuales de Ucrania. Para la ministra de Defensa de Países Bajos, Kajsa Ollongren, la discusión “tomará tiempo”. Ucrania pidió a Países Bajos que le ceda aviones estadounidenses F-16.

El lunes, Stoltenberg insistió en que “el tema de los aviones no es el tema más urgente ahora, pero es una discusión en curso”. Para el jefe de la OTAN, “la necesidad urgente ahora es cumplir lo que ya se ha prometido”. (I)