Por primera vez el observatorio espacial Chandra de la NASA reveló la emisión de rayos X desde el planeta Urano, lo que daría una mano a los científicos para su continuo aprendizaje sobre este enigmático y gigante planeta de hielo en nuestro sistema solar.

Urano es representativo por ser el séptimo planeta desde el Sol y por tener dos conjuntos de anillos alrededor de su ecuador. El planeta, que tiene cuatro veces el diámetro de la Tierra, gira de lado, lo que lo hace diferente de todos los demás planetas del sistema solar, según investigaciones tras el lanzamiento del Voyager 2.

Aquella estructura espacial fue la única nave en volar por Urano. Los astrónomos confían en telescopios mucho más cercanos a la Tierra, como Chandra y Hubble, para aprender sobre este planeta distante y frío que está compuesto de hidrógeno y hielo casi en su totalidad.

Publicidad

Las naves Voyager 1 y Voyager 2 son los primeros objetos creados por seres humanos que logran ingresar al espacio interestelar.

Según investigaciones, lo que podría hacer que Urano emita rayos X es el Sol. Los astrónomos han observado que tanto Júpiter como Saturno dispersan la luz de rayos X emitida por el Sol, de forma similar a como la atmósfera de la Tierra dispersa la luz de esta estrella.

Al inicio, los autores del nuevo estudio de Urano esperaban que la mayoría de rayos X detectados fuera de dispersión (con esta técnica se pueden cuantificar las diferencias de densidad a nanoescala en una muestra). Hay indicios “tentadores” de que al menos otra fuente de rayos X esté presente. Cabe recalcar que, si más observaciones futuras confirman esto, podría tener interesantes implicaciones para la comprensión de este gigante planeta.

Además el informe hace referencia a la Tierra, ya que es un lugar de espectáculos de luces de colores en el cielo llamados auroras. Estas ocurren gracias a que las partículas de alta energía interactúan con la atmósfera. Los rayos X se emiten en las auroras de la Tierra y son producidos por electrones energéticos posteriormente a su viaje por las líneas del campo magnético del planeta hasta sus polos, siendo ralentizados —haciendo más lento el proceso— por la atmósfera.

Publicidad

Estas partículas procedentes del viento solar son guiadas por el campo magnético de la Tierra y se dirigen hacia los polos, explican expertos en 'Astroaficion'. Foto: Pexels

Júpiter también tienen auroras, que provienen de dos fuentes: los electrones que viajan por las líneas del campo magnético, como en la Tierra; y los átomos y moléculas con carga positiva, que llueven en las regiones polares de Júpiter.

Sin embargo, los científicos están menos seguros acerca de las causas de las auroras en Urano. Las observaciones de Chandra podrían ayudar a descubrir el misterio detrás de su reproducción, que también colaboraría con los astrónomos a la hora de comprender mejor cómo los objetos más exóticos en el espacio, como los agujeros negros en crecimiento y las estrellas de neutrones, emiten rayos X. (I)