Estando tras las rejas, enfrentando dos cargos de amenazas de muerte escritas y uno más de acoso agravado, una mujer es señalada en Florida, Estados Unidos, de contactar a unos sicarios para atentar contra sus propios padres y abuelos por una herencia.
Las intenciones quedaron al descubierto por la Policía de Florida, alertada por dos reclusas.
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La institución dice que “una operación encubierta logró detener el plan de la encarcelada que intentó contratar sicarios para matar a sus padres, abuelos y al fiscal estatal que llevaba su caso penal”.
La indiciada es Tureygua Inaru, de 29 años. Está detenida “por amenazar con matar a sus excompañeros de trabajo en Disney”, publicó New York Post.
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Búsqueda de sicarios
Los aparentes planes de sicariato de Inaru se remontan a diciembre de 2022.
A finales del año pasado, esta prisionera “les habría pedido ayuda a dos reclusas para contactar a una persona que asesinara a sus padres y abuelo”.
El múltiple sicariato era “con el fin de cobrar una herencia de dos millones de dólares”, señala la acusación.
La mujer le dijo a sus dos compañeras de prisión que sus padres eran ricos y que recibiría una herencia de 2 millones de dólares después de su muerte
La investigación revela que “Inaru ofreció un pago de 50 mil dólares por cada asesinato que se realizara bajo sus órdenes”.
La prensa señala que esas reclusas, “en lugar de aceptar la oferta de Inaru, alertaron a un oficial penitenciario sobre lo que planeaba la mujer”.
Por qué pedía los sicariatos
De acuerdo con los registros que tiene la justicia, Inaru “decía que quería que mataran a sus padres por haberla abusado sexualmente a ella y a sus hermanos”.
De los abuelos no tocaba ese punto, pero igual deseaba “que se fueran”. La muerte del abogado, o de la familia de este, también la pensó la detenida.
¿Cómo descubren todo ese plan de crímenes? El 30 de marzo de 2023 “un detective encubierto se hizo pasar por reclusa en enero y ella le expresó su disgusto por el fiscal estatal que estaba llevando su proceso penal”.
Según los Alguaciles de Osceola, “Inaru usó redes sociales y otras fuentes en internet para espiar al abogado del gobierno que procesaba sus casos”.
Aseguran que la mujer “quería que él sufriera” y que “no le importaba si la familia de ese funcionario también moría”, se lee en una orden de arresto.
Inaru permanecerá tras las rejas, sin derecho a fianza y debe regresar a la corte en mayo. (I)