En Saltillo, ciudad del norte semidesértico de México, un sistema inédito ha revolucionado la detección de fugas de agua: Manchas, un perro de raza bretón español, ha sido entrenado para localizar escapes subterráneos con una precisión sorprendente, ayudando a recuperar hasta 14 litros por segundo, cantidad suficiente para abastecer a más de 3.000 hogares.
La estrategia fue puesta en marcha hace seis meses por Aguas de Saltillo, un organismo mixto entre el gobierno municipal y la empresa Veolia. Esta tecnología canina, utilizada en apenas 25 lugares del mundo, se estrena por primera vez en México.
Dotado con 300 millones de células olfativas, Manchas puede detectar hasta cuatro gotas de cloro disueltas en una piscina olímpica. Gracias a esta capacidad, ha alcanzado una eficacia superior al 96 % en la detección de fugas.
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La labor comienza con 190 sensores instalados en una red de 3.000 kilómetros de tuberías que abastece a un millón de habitantes. Cuando estos sensores identifican alteraciones en el flujo de agua, se activa un sistema de imágenes satelitales que reduce el área de búsqueda a 400 metros de diámetro.
Con esa referencia, Manchas, acompañado de su entrenadora y veterinaria Mariana, recorre la zona en busca del punto exacto. Cuando detecta la fuga, se tumba en el suelo para marcarla. Luego, un geofonista confirma la ubicación y evalúa la magnitud del escape.
“La precisión que tiene Manchas es tan alta que incluso puede detectar un goteo”, afirmó Carlos Medina Ramos, responsable del proyecto. Una vez verificada, la reparación se realiza en un plazo máximo de 24 horas.
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En sus primeros cinco meses, trabajando solo cuatro horas diarias de lunes a viernes, Manchas ha encontrado alrededor de 230 fugas, lo que ha representado un ahorro de 14 litros por segundo, beneficiando potencialmente a más de 3.200 familias.
Según Iván José Vicente García, director de Aguas de Saltillo, la inversión en Manchas fue de aproximadamente 500.000 pesos (unos 26.800 dólares), mientras que perforar un pozo con ese mismo rendimiento costaría entre 20 y 30 millones de pesos. Por eso, esperan amortizar al perro detector en menos de un año.
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Esta herramienta cobra aún más valor en Saltillo, en el estado de Coahuila, donde toda el agua proviene de pozos subterráneos y las precipitaciones anuales apenas alcanzan los 400 litros por metro cuadrado.
Aunque aún se adapta al clima local —muy distinto al de Chile, donde fue entrenado durante 28 semanas—, su desempeño ha sido tan notable que ya se considera incorporar otro perro detector para darle descanso.
Por su labor destacada, Manchas ha sido reconocido por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) como un auténtico “Guardián del Agua”, título que lo convierte en el primer canino con esta distinción en México. (I)