Ni en un libreto de cine se podía a llegar imaginar lo que una familia estaba por vivir con un ‘excelente’ inquilino. En Valladolid se dio una historia increíble y que su desenlace fue más triste aún.

A finales de noviembre, la Policía recibió una alerta de un grupo de personas que iban a ocupar una propiedad aparentemente abandonada. Ellos habían invadido una vivienda y se encontraron con un inquilino inusual por lo que corrieron despavoridos.

El periódico español El Mundo detalló que los okupas encontraron un hombre momificado en la calle Bailarín Vicente Escudero de Valladolid. Se trataba de Antonio Torralba, un oficinista de 64 años, que llevaba muerto hace cinco años y nadie lo sabía.

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Torralba vivía en la propiedad desde el 2003 y la dueña del mismo se mostró sorprendida por el llamado de la Policía reportando la novedad.

“Pagaba todos los meses la renta, ya que tenía una orden de transferencia permanente en la cuenta del banco. El teléfono lo tenía activo, aunque saltaba el contestador”, dijo ante el medio español.

El oficinista era el último habitante del bloque de seis viviendas que quedaba y debido a la buena relación que tenían no lo habían derribado por él.

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Días después desde el Ayuntamiento se anunció que se harán cargo del entierro del hombre ya que su hermano y único familiar señaló que no cuenta con los recursos para hacerlo.

De acuerdo a la autopsia, Torralba murió hace cuatro años y medio de causas naturales. (I)