La Justicia libia ordenó hoy la liberación de varios importantes miembros del régimen dictatorial que lideró Muamar al Gadafi, derrocado y asesinado en 2011, entre ellos quien fuera su hombre de confianza y secretario personal, Ahmed Ramadan, y su guardaespaldas de máxima confianza, Naji Ahrar, quien también dirigiera los servicios de Inteligencia.

Asimismo fue liberado uno de los generales más influyentes de su Ejército, y familiar cercano, Mansour Daou, quien regresó este lunes a su casa en la ciudad central costera de Sirte, cuna del tirano.

En un comunicado, el Consejo Presidencial interino, elegido en febrero pasado por el Foro de Diálogo Político en Libia (FDPL), un organismo no electo creado "ad hoc" por la ONU, aseguró que la liberación responde al deseo de lograr la reconciliación nacional.

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Muamar Gadafi, derrocado por la revolución tras 42 años en el poder

E insistió en la importancia de acelerar la puesta en libertad de todas las personas encarceladas por la fuerza y ​​remitir, lo antes posible, todos los casos pendientes al Poder Judicial.

"El Consejo sigue de forma directa los pasos que las autoridades pertinentes dan hacia la liberación de todos los detenidos no condenados, asegurando que se cumplan los principios de justicia y derechos humanos en la construcción de la nueva Libia", subrayó.

Declarado inocente

En esta misma línea, un tribunal libio ordenó el domingo la liberación de Al Saadi al Gadafi, el tercer hijo del tirano, tras considerarle inocente de los delitos que se le imputaban, confirmó hoy a Efe un responsable en el ministerio de Justicia.

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Según el mismo, en la decisión también se tuvo en cuenta el precario estado de salud de Al Saadi, quien huyó a Níger tras la revuelta y el asesinato de su padre en octubre de 2011.

Tres años después fue extraditado e ingresado en una prisión de Trípoli, acusado de diferentes crímenes, entre ellos la muerte en 2005 del futbolista y entrenador libio Bashir al Rayani.

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En abril de 2018 fue absuelto de este delito, pero permanecía en prisión por su supuesta participación como comandante de las Fuerzas Especiales en la represión del alzamiento que concluyó con la caída del régimen.

Según fuentes libias y turcas, tanto Al Saadi como el secretario personal de Al Gadafi y su guardaespaldas de máxima confianza han viajado a Turquía tras la liberación.

Hijo futbolista

Al Saadi, de 47 años, era conocido como el "hijo futbolista" del tirano: además de jugar en el principal equipo de la capital y ser el capitán de la selección, entrenó con varios equipos de la Serie A de la Liga italiana, y jugó dos partidos, uno con el Peruggia frente a la Juventus de Turín en la temporada 2003-2004, y otro con el Udinense frente al Cagliari en la temporada 2005-2006

Asimismo ficho por una temporada con la Sampdoria, pero no llegó siquiera a debutar antes de regresar a su país para lidera el Al Ahly Trípoli.

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En su país, fue acusado de amañar diversos partidos y de estar detrás del incidente entre los dos principales equipos de Libia, que desató una violenta represión y llevó a Al Gadafi a ordenar la destrucción del estadio de Bengazi, segunda ciudad del país.

En 2006, Al Saadi -que denunció torturas durante su encarcelamiento- impulsó un proyecto para crear una ciudad semiautónoma similar a Hong Kong en Libia, que se convertiría en un centro educativo, médico, bancario y de alta tecnología, que no requeriría visas para ingresar, con tolerancia religiosa y leyes comerciales de “estilo occidental”. (I)