Lola murió el viernes supuestamente a manos de una mujer de 24 años, de origen argelino y en situación irregular en Francia, que habría violado y torturado a la colegiala. Su muerte conmocionó el país.

“¿Por qué Lola?”. Francia intentaba aún este miércoles comprender qué llevó a una joven en situación irregular a supuestamente violar y matar a Lola, una niña de 12 años, el viernes en París.

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Aunque el supuesto tráfico de órganos se barajaba entre las posibilidades policiales para encontrar explicaciones a la despiadada muerte de la niña de 12 años, quien llegó de su colegio a su casa como cada tarde, pero trágicamente se topó con Dahbia. Pocas horas más tarde su cadáver fue encontrado dentro de una maleta.

Un editorial del diario Le Figaro resumía los interrogantes que planean en la mente de los franceses desde el viernes por la noche, cuando un sin techo de 42 años halló el cadáver dentro de un baúl en el exterior del inmueble de la niña.

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“¿Por qué Lola? ¿Por qué se cruzó con la muerte un viernes por la tarde en la entrada de su inmueble? ¿Por qué semejante ensañamiento? (...) La investigación empieza. La tragedia no desveló todos sus secretos”, escribe el rotativo conservador.

La incomprensión es aún mayor en el familiar y tranquilo barrio del noreste de París donde ocurrieron los hechos y donde se suele ver a los menores de la edad de la víctima salir de casa e ir y volver solos a uno de los múltiples colegios de la zona.

“Podrían haber sido nuestros hijos (...) Estamos conmocionados”, dijo a AFP Farida Ferhat, una madre de 51 años ante el centro educativo donde estudiaba la víctima, lamentando la falta de “seguridad” en el barrio.

Víctima se convirtió en victimaria

Dahbia B., en prisión preventiva acusada de “homicidio” y “violación agravada”, llegó con un visado de estudiante a Francia en 2016 y, en agosto, se le comunicó una orden para abandonar voluntariamente el territorio en 30 días.

Imagen publicada en Facebook por Delphine Daviet, madre de Lola (i), la niña que apareció asesinada dentro de una maleta. Al lado derecho la imagen de una de las detenidas que se presume abordó a la niña y quien cargó la maleta antes de abandonarla junto al mismo edificio donde vivía Lola.

Los servicios policiales conocían a la joven, que presentaría problemas psicológicos y una caótica historia de vida marcada por la marginalización, porque en 2018 fue víctima de violencia doméstica.

“La sospechosa de este acto bárbaro no debería haber estado en nuestro territorio desde hace más de tres años”, aseguró la ultraderechista Marine Le Pen, líder del primer partido de la oposición, denunciando un “laxismo migratorio”.

Desde que se conoció el origen de la sospechosa, las redes sociales de ultraderecha se llenaron de mensajes criticando la política migratoria del gobierno, acompañados por una imagen de la víctima.

“Los asesinos y asesinas no pueden reducirse a un color de piel, una religión o una nacionalidad, a menos que se caiga en las horas más oscuras de la humanidad”, tuiteó la diputada ecologista, Sandrine Rousseau.

Las trágicas horas del viernes 14 de octubre

Los investigadores intentan determinar qué ocurrió exactamente y qué motivó el homicidio. El martes, la fiscal de la República en París, Laure Beccuau, desveló los primeros elementos de la investigación confiada a tres jueces de instrucción.

Parte de las respuestas de lo sucedido las podría tener Dahbia B., una mujer de origen argelino y en situación irregular en Francia.

El viernes por la tarde, la madre de Lola señaló la desaparición a la policía después que su hija no regresara del centro de secundaria Georges Brassens, situado a unos 300 metros de su residencia, donde el padre trabaja como portero.

Las imágenes de videovigilancia muestran a la niña entrando en el inmueble junto a la sospechosa, que por su parte sale a las 17:00, unas dos horas después, con equipaje. La autopsia determinó que murió asfixiada.

Según Le Parisien, la sospechosa la obligó a ducharse en el apartamento de su hermana en la residencia, antes de infligirle hechos considerados como violación. El cadáver presentaba marcas de arma blanca en cuello, cara y espalda.

Una vez en la calle, la presunta asesina habría pedido ayuda para trasladar el baúl con el cuerpo a un municipio al noroeste de la capital, según el rotativo. Al final, recurrió a un amigo conductor que la ayudó, pero esta regresó con su macabro equipaje en la noche con otro chofer.

El abogado francés Alexandre Silva se dirige a la prensa el 17 de octubre de 2022 en el juzgado de París, al salir de una audiencia con un juez después de que su clienta, una mujer de 24 años que padece trastornos psiquiátricos, fuera acusado de la violación y asesinato de Lola. Foto: AFP

En custodia policial, las declaraciones de la sospechosa “oscilaban entre el reconocimiento y la negación de los hechos”, según el comunicado de la fiscal. Un documento consultado por AFP apunta que “no mostró empatía” con la víctima.

También se ordenó la detención de un hombre de 43 años, que habría acogido y transportado a la presunta autora del homicidio.

Cruce de reproches

La trágica muerte de Lola puso contra las cuerdas al gobierno, acusado de tardar en expresar su compasión con la familia. El presidente francés, Emmanuel Macron, recibió a los padres de la joven el martes.

Ese día, su ejecutivo tuvo que defenderse en el parlamento de las acusaciones de la derecha y de la ultraderecha de “laxismo” en política migratoria. El ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, los acusó de instrumentalizar el “féretro de una niña”.

Los padres de Lola “sobre todo no quieren un uso político” de su muerte, aseguró a Le Parisien, el alcalde del pueblo de Fouquereuil, Gérard Ogiez, de donde es oriunda la familia de la víctima y donde pasan el duelo.

La ultraderecha tiene previsto concentrarse en el barrio de la víctima el jueves por la noche. (I)