La colombiana Martha Sepúlveda seguirá luchando por ‘morir con dignidad’, afirma su hijo

En un estado de “desesperanza y tristeza” se encuentra Martha Liria Sepúlveda, de 51 años, tras recibir la notificación del Instituto Colombiano del Dolor (Incodol) sobre la cancelación del procedimiento de eutanasia (muerte asistida) que se le había aprobado en agosto pasado. Así lo indicó su hijo Federico Redondo en una entrevista con Noticias Caracol y que fue recogida por varios medios colombianos.

Sepúlveda debía ser la primera persona sin una enfermedad terminal en Colombia que recibiría la eutanasia. Desde el 2018, ella fue diagnosticada con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que le produce intensos dolores y dificultad para su movilización.

“Para nosotros no deja de ser desconcertante que estos actuares irregulares por parte de la IPS (Institución Prestadora de Salud) hayan tenido lugar justo después de la viralización de la noticia de la decisión de mi mamá, y esto porque antes no se nos había notificado de ninguno de estos procedimientos adicionales que se notificaron justo el viernes a las ocho de la noche. (...) Tenemos muy claro que es un hecho que ya pasó y que hay que enfrentar. Y aunque suene contradictorio, estaremos dispuestos a dar la pelea por la dignidad de mi mamá hasta las últimas consecuencias, ya que su decisión no ha cambiado en nada por ese acontecimiento”, aseguró el hijo de Sepúlveda.

El procedimiento debía realizarse a las 07:00 de hoy domingo 10 de octubre, según lo había aprobado el Comité Científico Interdisciplinario para el Derecho a Morir con Dignidad conformado en el Instituto. Pero este mismo grupo, la tarde del sábado 9 de octubre, difundió un comunicado en el que dio marcha atrás a su decisión. “El Comité Científico Interdisciplinario para el Derecho a Morir con Dignidad concluyó de manera unánime cancelar el procedimiento (…) al contar con un concepto actualizado del estado de salud y evolución de la paciente”, señaló el Indocol.

Según publica diario El País de España, el pasado 3 de octubre, Noticias Caracol divulgó una entrevista con Sepúlveda que causó revuelo en la nación latinoamericana. Ella declaró que “vivía sus últimos días de vida con mucha tranquilidad”, pues desde que fue aprobada la intervención “había podido dormir mejor”. Y que es “una mujer católica y creyente”, razón por la cual sentía que “Dios no la quería ver sufrir más por su enfermedad”.

A raíz de esto, la Conferencia Episcopal Colombiana emitió un comunicado en el que le pidió suspender su procedimiento. “Colombia es un Estado laico y la eutanasia está despenalizada desde 1997, pero la Iglesia tiene enorme incidencia en la vida de millones de personas”, agregó el medio español.

“Aunque no estemos de acuerdo, respetamos que desde del sector religioso la invite a la reflexión. Eso no nos afecta, pero sí consideramos inadmisible, irrespetuosa e impresentable la actitud de la Indocol: lo hicieron todo a escondidas, no se nos notificó que se iban a reunir”, indicó el hijo de Sepúlveda, quien opina que Indocol tomó una decisión presionada por el impacto de la noticia.

Según la agencia de noticias EFE, Colombia fue el primer país de Latinoamérica en despenalizar la eutanasia, y uno de los pocos del mundo donde es legal, después de que la Corte Constitucional consagrara en 1997 la muerte digna como un derecho fundamental en caso de enfermedad terminal, cuando el paciente sufriera de mucho dolor, lo solicitara de forma voluntaria y lo realizara un médico. Pero dicho derecho está reglamentado recién desde el 2015.

En un fallo de dicho organismo de julio pasado se anuló ese requisito original de que la persona que solicite la eutanasia padezca una enfermedad terminal y se autorizó también para aquellos que sufran un “intenso sufrimiento físico o psíquico” por una enfermedad sin cura. Sepúlveda era la primera mujer en acceder al derecho bajo esa sentencia.

En Colombia solo se han realizado 94 procedimientos de eutanasia desde abril de 2015 hasta el 8 de mayo de 2020, según el Ministerio de Salud. La mayoría de estos procedimientos se realizaron en Bogotá o en el departamento de Antioquia, y casi nueve de cada diez fueron a personas con diagnóstico relacionado con el cáncer. (I)