Este jueves las autoridades de India, que se hunde en una grave crisis sanitaria, informaron que registraron un nuevo récord de contagios a nivel nacional y mundial.
El Ministerio de Salud indio informó este día de 314.835 nuevos casos de COVID-19, un balance diario que ningún país había registrado hasta ahora, lo que lleva el total a 15,9 millones de contagios en India desde que empezó la pandemia.
Además se contabilizaron 2.074 muertes en las últimas 24 horas; el balance de la pandemia roza los 185.000 fallecidos. Aunque expertos creen que la cifra podría ser mucho mayor, tomando en consideración las piras funerarias en las distintas ciudades.
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Medios de los estados de Gujarat, Uttar Pradesh, Madhya Pradesh y Bihar han dicho que no se están actualizando de manera rápida las cifras oficiales de las cremaciones diarias. Incluso, el medio internacional Financial Times dijo que en la provincia de Jamnagar (Gujarat) fueron cremadas en un día cien personas, pero el registro oficial solo mostraba una.
No obstante, el número de casos y muertes en proporción a la población sigue siendo significativamente menor en India que en muchos otros países.
Así, Brasil, con sus 212 millones de habitantes, ha registrado 381.475 fallecidos, el doble de India, donde viven 1.300 millones de personas.
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La crisis sanitaria se está viendo agravada por la escasez de oxígeno y de camas libres en los hospitales, lo que está empujando a muchos ciudadanos a pagar precios exorbitantes en el mercado negro para poder asistir a sus familiares.
Llegaron 500 toneladas de tanques oxígeno a la capital Nueva Dheli, pero eso no alcanza para cubrir la demanda diaria de 700 toneladas. El país ha llegado a crear un tren solo para transportar oxígeno a las diferentes zonas de su territorio, y se ha anunciado que se buscará importar 50.000 toneladas de oxígeno.
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Mientras, el sistema de salud enfrenta con complicación la segunda ola de contagios en el país, la cual se debería a nuevas variantes más infecciosas.
Una situación muy diferente a la de principios de 2021, cuando el país avanzaba con su campaña de vacunación y se reducían las restricciones. Incluso se volvieron a hacer eventos masivos, algo que podría estar mostrando la factura ahora.
El primer ministro Narendra Modi ha recibido duras críticas por haber permitido que se vuelvan a realizar enormes reuniones religiosas e incluso armar mítines políticos masivos. (I)