Cuando el 8 de julio se encontró el cadáver del guardaespaldas de 27 años en el domicilio de Ferdy Sambo, un general de la Policía, las autoridades afirmaron inicialmente que otro guardia de seguridad lo había matado tras sorprenderlo agrediendo sexualmente a la esposa del general.

Pero un mes después, el 9 de agosto, Ferdy Sambo fue detenido como sospechoso de ordenar el asesinato y de disparar él mismo a Nofriansyah Yosua Hutabarat, el guardaespaldas.

Sambo también es condenado por obstrucción a la justicia por intentar encubrir el asesinato con la ayuda de sus subordinados en la sede de la Policía Nacional.

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El mes pasado, los fiscales recomendaron cadena perpetua para Ferdy, quien era el jefe de la división de profesión y seguridad de la Policía Nacional.

“Las acciones del acusado han causado un profundo dolor a la familia de la víctima (...), sus acciones han empañado la reputación de la policía nacional a los ojos del pueblo indonesio y de la comunidad internacional”, declaró Wahyu Iman Santoso, juez del Tribunal de Distrito de Yakarta Sur.

“Declaro al acusado Ferdy Sambo (...) culpable del delito de asesinato premeditado” y “lo condeno a muerte”, añadió Santoso.

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Ferdy Sambo, de 50 años, es el primero de cinco acusados en el caso de asesinato en recibir el veredicto en el juzgado, que también juzga a su esposa, Putri Candrawathi, a dos expolicías, Richard Eliezer y Ricky Rizal, y al asistente personal de la pareja, Kuat Ma’ruf. (I)