El sueño de estudiar en el extranjero se convirtió en una pesadilla para Gianni Dante Bettiga, un joven de Ushuaia que viajó a Rusia en febrero para aprender el idioma y conocer su cultura.

Meses después, se encuentra en el frente de batalla en Ucrania, tras haber sido enlistado en el Ejército ruso.

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La noticia llegó a su padre, Juan Bettiga, a través de un mensaje de WhatsApp que lo estremeció. “Estoy en el frente de batalla. Quiero volver a la Argentina, pase lo que pase. Ya no me interesa este país”, le escribió su hijo en la madrugada del lunes. Desde entonces, la familia vive una angustia constante.

¿Cómo terminó en el frente de batalla en Ucrania?

Gianni estudió en la Universidad de Ekaterimburgo, a 1.600 kilómetros de Moscú, con una visa de estudiante vigente hasta noviembre.

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Todo cambió cuando dos compañeros brasileños lo convencieron de inscribirse en una empresa privada que ofrecía residencia y un salario mensual. El joven aceptó con la condición de no participar en la guerra, pero el contrato, escrito en ruso, resultó tener otras cláusulas.

Según su padre, lo que parecía un acuerdo temporal de un año se transformó en un compromiso militar de tres. Tras dos semanas de entrenamiento cerca de Moscú, Gianni fue enviado al frente en Donetsk, una de las zonas más violentas del conflicto.

Su madre, Carla Zucchi, asegura que su hijo “nunca tuvo relación con la vida militar. Nunca portó un arma en su vida”. Docente de profesión, confiesa que vive noches en vela esperando una señal. “No puedo creer que mi hijo esté en esta situación”, lamenta.

Gianni se comunica con sus padres cuando logra conectarse a una red wifi. En esos breves contactos, describe condiciones extremas: duerme en un galpón lleno de ratas y pasa noches enteras escondido en el bosque durante bombardeos.

El joven fue incorporado oficialmente al Ejército ruso el 25 de agosto, aunque recién semanas después se lo confesó a su madre.

Para sobrellevar los días, su padre le envía películas y series descargadas, especialmente de guerra, como una forma de mantenerlo cerca.

Conmovido por la situación, el padre inició una cruzada para lograr la repatriación de Gianni. Envió una carta formal al ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, apelando al artículo 51 de la Ley Federal rusa que regula la dispensa militar.

En el documento, explicó su delicado estado de salud: padece cáncer de hígado y depende emocionalmente de su hijo para afrontar el tratamiento. (I)