En Roma, Italia, uno de los más sorprendidos y felices por la elección del cardenal Robert Prevost como nuevo papa de la Iglesia católica es el entrenador de un gimnasio. ¿Cómo es eso? A ese lugar iba, generalmente por las mañanas, Prevost, quien desde el 8 de mayo pasado es pontífice, el primero nacido en Estados Unidos.

Valerio Masella, el entrenador, sabía de la relación de Prevost con lglesia, pero desconocía el rango y cargo que como prefecto del Dicasterio para los Obispos tenía el estadounidense.

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Masella guió su rutina de ejercicios durante dos años en el gimnasio Omega, reseñan en Infobae.

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Su trato con Prevost lo lleva a describirlo “como una persona positiva y amable, que siempre encontraba algo bueno que decir sobre el clima, la ciudad o el gimnasio”.

El entrenador Valerio Masella nunca supo que su cliente era un cardenal.

Agencia AP

Otra persona feliz por lo sucedido con este cliente es Francesco Tamburlani, el dueño del gimnasio.

Dijo a la agencia AP que la noticia de la elección del nuevo papa León XIV contagió de alegría a todos en su local.

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Tamburlani le hace saber al papa que las puertas de “Omega” siguen abiertas para él.

Rutina de ejercicios del papa en el gimnasio

Foto: EFE/EPA/FABIO CIMAGLIA

Masella reveló a la agencia AP cómo se ejercitaba Prevost.

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Dijo que los entrenamientos determinados para una persona de 69 eran para el entonces cardenal “un simple calentamiento”.

Puntualizó a la AP: su plan de ejercicios era intenso, diseñado para hombres de entre 50 y 55 años. El papa tiene 69.

La rutina, al menos 3 veces por semana, iniciaba con ejercicios de resistencia en bicicleta estática y sesiones en la cinta de correr.

A la hora de hacer ejercicio, “Prevost se enfocaba en la postura y capacidad cardiovascular”.

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Tenía hasta un sitio favorito en “Omega”. Cuando estaba en la cinta de correr iba a la que está frente a un mural con lugares emblemáticos de Roma, incluida la Basílica de San Pedro.

Siempre fue muy disciplinado, recuerda. “Nunca llegó tarde y jamás se quejó. Era evidente que para él no era solo una cuestión física, sino parte de una rutina más profunda”, reveló el entrenador, citado en El Cronista.

El Papa y los deportes

Pocos días después de su elección en el cónclave el mundo supo también que León XIV es fanático de béisbol y le gusta el tenis.

Una de las primeras personas en recibir, en el Vaticano, fue al tenista número uno del mundo, el italiano Jannik Sinner.

En el gimnasio Omega, Tamburlani expresó a los medios que su equipo estaría dispuesto a realizar los ajustes necesarios para garantizar la seguridad y privacidad del papa León XIV… si decide regresar a sus entrenamientos.

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Tamburlani recordará emocionado lo sucedido el 8 de mayo: “Cuando escuché el nombre del nuevo papa, mi hijo me llamó: ‘¡Papá, es Robert! ¡Robert, nuestro miembro!’. Celebramos esta noticia, fue un momento conmovedor para todos nosotros”. (I)

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