El Gobierno chino debe cooperar con el mundo para rastrear los orígenes de la pandemia de COVID-19 con el fin de prevenir futuras pandemias, dijeron expertos en salud de Estados Unidos.

No tener un conocimiento completo sobre los orígenes de la pandemia pone al mundo en riesgo de futuras pandemias, según el codirector del Centro para el Desarrollo de Vacunas del Hospital Infantil de Texas, Peter Hotez.

“Habrá COVID-26 y COVID-32 a menos que comprendamos completamente los orígenes de COVID-19”, dijo Hotez en el programa Meet the Press del canal estadounidense NBC.

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Las pistas que corroboran la afirmación de que es probable que el SARS-CoV-2 haya escapado de un laboratorio en Wuhan (China) han aumentado, dijo el excomisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés), Scott Gottlieb.

“China no ha proporcionado mucha evidencia para refutar esa teoría, mientras que la búsqueda de señales de que el virus surgió de la vida silvestre no ha dado resultados”, explicó Gottlieb.

Hotez agregó además que los científicos deberían poder realizar una investigación a largo plazo en China y recolectar muestras de sangre de humanos y animales. También afirmó que Estados Unidos debería presionar a China para que permita una investigación.

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Hotez dijo: “Necesitamos un equipo de científicos, epidemiólogos, virólogos y ecologistas de murciélagos en la provincia de Hubei durante un periodo de seis meses y un año”.

El debate sobre los orígenes de la pandemia de COVID-19 se encendió una vez más cuando un informe del diario estadounidense Wall Street Journal (WSJ) del 23 de mayo declaró que tres investigadores del Instituto de Virología de Wuhan de China buscaban atención hospitalaria para síntomas consistentes con el coronavirus, así como con enfermedades estacionarias comunes en noviembre de 2019, antes de que se revelara la pandemia de COVID-19.

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Tras publicarse este reportaje, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a las agencias de inteligencia estadounidenses que aumentaran sus esfuerzos para rastrear los orígenes del COVID-19. En respuesta a esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que la investigación sobre los orígenes de la pandemia estaba siendo “envenenada por la política”.

El principal experto en emergencias de la OMS, Mike Ryan, afirmó: “Nos gustaría que todos separaran, si pueden, la política de la ciencia”, y se quejó de que se están “viendo discursos en los medios con muy pocas noticias o evidencias verdaderas”.

Si bien Estados Unidos considera la posibilidad de que la pandemia de COVID-19 se originara en un laboratorio en Wuhan, la OMS, que realizó en marzo de este año un informe sobre el posible origen del coronavirus, estableció que esta hipótesis era “la menos probable”.

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, rechazó la necesidad de una nueva investigación sobre la pandemia. Volver a la teoría de la fuga de un laboratorio “es una falta de respeto a la ciencia (...) y también una alteración en la lucha mundial contra la pandemia”, dijo Zhao. (I)

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