El barril de petróleo Brent cerró este jueves en el mercado de futuros de Londres en $75,84, un 0,94 % más que al cierre anterior y su máximo desde octubre de 2018, a la espera de conocer el resultado de la reunión sobre cuotas de la OPEP+, finalmente aplazada a mañana por falta de consenso.
El barril de crudo del mar del Norte, de referencia en Europa, para entrega en septiembre acabó la sesión en el ICE con un aumento de 0,71 dólares frente a la clausura del miércoles, cuando cotizó a $75,13.
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Los inversores están pendientes de conocer la decisión de la Organización de Países de Petróleo y sus socios (OPEP+), que este jueves pospusieron hasta mañana, viernes, la reunión prevista para fijar el nivel de la oferta conjunta de crudo a partir de agosto, tras horas de infructuosas negociaciones previas en un comité interno.
El Comité de Supervisión de la OPEP+, presidido por Arabia Saudí y Rusia, ha recomendado a los países productores subir la producción en 0,4 millones de barriles diarios (mbd) entre agosto y diciembre próximos.
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La alianza se dio 24 horas más para buscar el consenso sobre la cantidad de crudo que producirán entre agosto y diciembre, mientras los precios del petróleo se fortalecían ante los indicios de que el aumento esperado puede ser modesto.
Le seguirá la reunión plenaria de la OPEP+, el órgano encargado de tomar la decisión definitiva, que este jueves no llegó a celebrarse.
Lo que sí tuvo lugar este jueves fue la 181 conferencia ministerial de los trece miembros de la OPEP, sin sus aliados centrada en asuntos administrativos internos.
Optimismo a subir la producción pero con “peros”
La modesta propuesta del Comité es incluso inferior al incremento vigente del grupo, pues éste es de 2,141 mbd repartido en tres meses, entre mayo y julio.
Si bien ve razones para el optimismo, la OPEP+ prefiere no arriesgar un nuevo exceso de oferta que hunda los precios, después de la hecatombe vivida en 2020 a raíz de la crisis del coronavirus.
“Hemos experimentado muchos amaneceres falsos durante esta pandemia, y aunque nos reunimos en un momento de creciente esperanza y optimismo, no es momento de bajar la guardia”, advirtió el presidente de turno de la OPEP, el angoleño Diamantino Pedro Azevedo al inaugurar la conferencia de la organización.
Entre las preocupaciones de los productores, resaltó la expansión de la variante delta del coronavirus y los posibles efectos inflacionarios de las medidas de estímulo fiscal para reactivar la economía de muchos países desarrollados.
Por otro lado, sobre las deliberaciones pesa la probable vuelta al mercado de las exportaciones de crudo iraníes, si Teherán y Washington, junto a otras potencias occidentales, logran un compromiso para reactivar el acuerdo sobre el controvertido programa nuclear de la República Islámica. (I)