EE. UU. utilizó seis bombarderos furtivos B-2 para lanzar una docena de bombas “destructoras de búnkeres” en el sitio nuclear de Fordo en Irán, dijo un funcionario estadounidense a la cadena CNN.
Los submarinos de la Armada dispararon 30 misiles de crucero TLAM a otros dos sitios, Natanz e Isfahan, y un B2 lanzó dos misiles antibúnker sobre Natanz, agregó el funcionario.
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Los detalles de los ataques fueron informados previamente por The New York Times.
“Destructor de búnkeres”: La bomba GBU-57A/B Massive Ordnance Penetrator (MOP), conocida como “destructor de búnkeres”, es una bomba de 30.000 libras con 6.000 libras de explosivos.
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El MOP fue diseñado para “alcanzar y destruir las armas de destrucción masiva de nuestros adversarios ubicadas en instalaciones bien protegidas”, según una hoja informativa de la Fuerza Aérea de Estados Unidos.
Los únicos aparatos capaces de transportar GBU-57 (dos por avión) son los bombarderos furtivos estadounidenses B-2 Spirit.
Antes del ataque del domingo, sitios web de seguimiento de vuelos y el diario The New York Times informaron de que varios de estos aviones habían despegado de EE. UU. en dirección oeste.
Los B-2 Spirit pueden volar 9.600 kilómetros sin repostar combustible y están diseñados para “penetrar las defensas más sofisticadas del enemigo y amenazar sus objetivos más importantes y mejor defendidos”, según el ejército estadounidense.
El modelo B-2 se presentó al público por primera vez en 1988, voló al año siguiente y se entregó al ejército en 1993.
Se desplegó contra las fuerzas serbias en la década de 1990, volando sin parar entre Misuri y Kosovo. Luego, durante las guerras de Afganistán e Irak en la década del 2000. (I)