Las autoridades de Italia indicaron que expulsaba a dos diplomáticos rusos involucrados en un caso de espionaje tras la espectacular detención de un oficial de la marina italiana mientras entregaba documentos confidenciales a un militar ruso a cambio de dinero.

La decisión fue anunciada este miércoles, mientras las relaciones entre Rusia y Europa siguen tensas debido a la detención del opositor Alexéi Navalni, a las denuncias por violaciones de los derechos humanos y a otros casos de espionaje.

La detención del oficial de la marina italiana se dio bajo una operación del contraespionaje italiano y el Estado Mayor de la Defensa tras una prolongada investigación.

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“La intervención se produjo durante una reunión clandestina entre los dos hombres, que fueron sorprendidos en el intercambio de documentos confidenciales a cambio de una cantidad de dinero”, explicó en un comunicado la policía.

Según medios de prensa italianos la suma asciende a 5.000 euros (5.800 dólares) y entre los documentos intercambiados figuran archivos de la OTAN, la Organización del Tratado del Atlántico Norte.

Según el diario italiano Il Corriere della Sera, el oficial detenido se llama Walter Biot y formaba parte del Estado Mayor y por ello tenía acceso a documentos reservados y clasificados, incluidos aquellos procedentes de la OTAN.

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“Podría haber vendido documentos de misiones internacionales de la Alianza en países tales como Irak y Afganistán”, escribe el diario.

El ciudadano ruso fue identificado como un militar destinado en la embajada moscovita en Italia y no fue detenido debido a su condición de diplomático.

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“Convocamos al embajador ruso en Italia y le comunicamos la firme protesta del gobierno italiano y notificamos la expulsión inmediata de dos funcionarios rusos involucrados en este grave asunto”, explicó en Facebook el canciller italiano Luigi Di Maio.

Por ahora no se sabe si el militar ruso a cargo del intercambio de documentos figura entre los expulsados.

Rusia espera que no se dañe relación

Por su parte, el portavoz del Kremlin en Moscú, Dmitry Peskov, aseguró que la presidencia rusa “no tenía información sobre las causas y circunstancias” de ese caso.

“Esperamos que el carácter positivo y constructivo de nuestras relaciones se mantenga y se preserve”, recalcó.

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Según la agencia de noticias italiana AGI, citando fuentes judiciales, el intercambió ocurrió en un estacionamiento de la capital italiana.

“En cualquier caso esperamos que lo sucedido no tenga consecuencias en las relaciones bilaterales entre Rusia e Italia”, adelantó por su parte en un comunicado la embajada de Rusia.

El gobierno británico, cuyas relaciones con el Kremlin se siguen degradando, respaldó rápidamente a Italia ante “la actividad desestabilizadora y maligna de Rusia (...) diseñada para socavar a nuestro aliado en la OTAN”.

Se trata del último incidente de una serie de casos de espionaje ruso en Europa.

Varios parlamentarios alemanes y figuras políticas de ese país han denunciado ataques informáticos, cuyo rastro podría remontarse a Rusia, según denunciaron medios alemanes.

Asimismo, Bulgaria anunció hace diez días la expulsión de dos diplomáticos rusos tras el descubrimiento de una supuesta red de espías en beneficio de Moscú.

Un oficial francés, con base en la sede de la OTAN en Italia, fue acusado recientemente de haber proporcionado documentos importantes para los servicios secretos rusos y se encuentra detenido en París.

Moscú acusa por su parte a la Unión Europea de tener una “posición conflictiva”, mientras que la UE culpa a Rusia también de frecuentes “ataques cibernéticos” contra los varios Estados miembros.

Para Eleonora Tafuro, especialista en Rusia del Instituto de Estudios Políticos Internacionales (ISPI) de Milán, Italia es un país “clave” para Rusia debido a que han mantenido históricamente relaciones muy cercanas.

“Poner en juego esas relaciones podría ser contraproducente”, aseguró Tafuro , tras destacar que Italia está además a favor de la vacuna rusa anticoronavirus Sputnik V, por lo que podría ser el primer país de la UE donde se produciría si es aprobada por las autoridades europeas. (I)