El Gobierno del presidente Donald Trump ha comenzado a pintar de negro el muro fronterizo con México para elevar la temperatura de las barras de metal y hacer más difícil su escalada, como parte de sus esfuerzos para reducir la inmigración indocumentada.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, publicitó la nueva estrategia este miércoles cuando se cumplen siete meses de la llegada del mandatario republicano a la Casa Blanca con la promesa de reducir a cero la inmigración indocumentada.
“Este muro es parte de la diferencia. Demasiado alto para escalarlo. Demasiado estrecho para atravesarlo. Y ahora, por orden del presidente, será pintado de negro, tan caliente al tacto que los inmigrantes ilegales ni siquiera lo intentarán”, dijo la funcionaria en un mensaje en X.
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DHS Secretary Kristi Noem announcers plans to paint the entire border wall black, at the request of President Donald Trump, reasoning that the black paint steel bollard structure hotter to the touch. She visited Santa Teresa this afternoon. pic.twitter.com/XZ9VHw81Ho
— Algernon D’Ammassa (@AlgernonWrites) August 19, 2025
Noem estuvo el martes en una sección del muro fronterizo sur en Santa Teresa (Nuevo México), donde explicó a los agentes la nueva estrategia de la Casa Blanca para aumentar la temperatura de la estructura metálica actualmente de color marrón y, por lo tanto, dificultar su escalada, además de aumentar la vida útil del metal.
La secretaria explicó que la nueva pintura se realizó “específicamente” a petición del presidente Donald Trump.
Destacó que la renovación del muro ayudará a los agentes de la Oficina de Protección Fronteriza y Aduanas (CBP) a hacer su trabajo.
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“Es a la vez escudo y símbolo: un monumento al compromiso inquebrantable del presidente Trump con este país y la seguridad del pueblo estadounidense”, agregó.
Los fondos para renovar el muro y la nueva construcción, que avanza a un ritmo cercano a los 800 metros por día, según los datos dados por Noem, se adjudicaron en la ley de presupuesto aprobada en julio pasado.
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La Casa Blanca también está invirtiendo en tecnología, cámaras, sensores e infraestructura fluvial en la frontera suroeste. (I)